SANTO DOMINGO, República Dominicana (AP) — Cerca de 400.000 empleados de instituciones públicas se desplazarán por el país para visitar las casas como parte de una nueva estrategia ante la propagación de la fiebre chikungunya, que ha afectado a millares de personas, anunciaron el miércoles las autoridades sanitarias.
Los empleados gubernamentales se dividirán en grupos de tres personas para visitar los hogares, colocar larvicidas en los depósitos de agua de cada casa y eliminar aquellos depósitos de agua que eventualmente puedan convertirse en criaderos del mosquito aedes aegypti, que transmite el virus de la enfermedad, explicó el viceministro de salud, Rafael Schiffino.
Recordó que el mosquito se reproduce en cualquier tipo de agua estancada, desde floreros hasta recipientes en los basureros y en grandes contenedores del líquido. En los barrios populares y en las zonas rurales, las familias acumulan el líquido en depósitos debido a que no cuentan con el suministro regular de agua potable.
Schiffino encabezó el miércoles una reunión con 17 miembros del gabinete de gobierno para planificar la jornada nacional contra la fiebre chikungunya, que se celebrará el 30 de mayo por iniciativa del poder Ejecutivo ante la velocidad con la que se ha propagado la enfermedad, que ha provocado saturación de pacientes en las salas de emergencia de los hospitales públicos con más de 38.000 enfermos en los últimos dos meses.
“Será un ejército de empleados públicos” dedicados durante la jornada a eliminar los criaderos del mosquito, comentó el ministro de Agricultura, Angel Estévez, de forma previa a la reunión. Carmen Adames, coordinadora de la estrategia contra el dengue y la chikungunya, adelantó que en las brigadas participarán técnicos del ministerio de Salud para atender en sus casas a quienes presenten los síntomas de la enfermedad y no hayan recibido tratamiento médico, así como para orientar a la población sobre lo que deben hacer en caso de que se presente la enfermedad.
El ministro de Salud, Alfredo Hidalgo, ha insistido en que los afectados por la fiebre no acudan a la salas de emergencia, que no tienen capacidad suficiente para atender a los miles de pacientes, sino que consulten a un médico de atención primaria.
La fiebre chikungunya es transmita de una persona enferma a una sana a través de la picadura del mosquito aedes aegypti, que provoca prolongadas fiebres, intensos dolores en las articulaciones, vómito, erupciones en la piel y en algunas ocasiones diarrea, que pueden durar hasta dos años.
Esta especie de mosquito provoca también el dengue, pero en el caso de la fiebre chikungunya no representa peligro de muerte, aunque sí puede agravar enfermedades preexistentes. Al igual que el dengue, no existe ninguna vacuna ni medicamento para curar la chikungunya, por lo que el tratamiento se limita al suministro del analgésico antipirético acetaminofén para controlar la fiebre y el dolor.
En las últimas semanas el ministerio de Salud comenzó a fumigar las zonas donde se han registrado los mayores brotes de la fiebre y a entregar a los residentes larvicidas para que los colocaran en sus contenedores de agua, pero continuó la propagación de la enfermedad.
Pedro Sing, presidente de la asociación de médicos, explicó que las fumigaciones tienen pocos o escasos resultados debido a que sólo matan a los mosquitos adultos, mientras las larvas del insecto y los criaderos siguen intactos. Ana Cabrera, representante a la asociación de amas de casa, anunció que sus integrantes se unirán a las visitas a las viviendas para entregar materiales informativos sobre la fiebre y para verificar que no haya criaderos de mosquitos.
La enfermedad es frecuente Africa y Asia y se registró por primera vez en el Caribe a finales de 2013 en el territorio francés de Saint Martin.
EL NACIONAL.