Frante a frente. Agentes antidisturbios de la Policía Nacional forman un cordón de seguridad en los alrededores del colegio Ramón Llull de Barcelona. la Policía Nacional y la Guardia Civil desplegaron a sus agentes frente a varios colegios electorales de Barcelona para impedir el referéndumm, considerado ilegal por el Gobierno español.
Barcelona.- El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, convocará a los partidos para una reflexión sobre el futuro del país tras el referéndum ilegal de ayer en la región de Cataluña, cuyo jefe del Ejecutivo, Carles Puigdemont, abrió la puerta a una declaración de independencia.
“No ha habido un referéndum de autodeterminación” en Cataluña, proclamó Rajoy en una comparecencia ante la prensa en alusión a esa consulta, que tuvo lugar de modo irregular, con escenas de tensión e incidentes en la actuación policial, y que fue suspendida hace varias semanas por el Tribunal Constitucional.
La cita ilegal con las urnas tuvo lugar con voluntarios en las mesas, sin órgano de control electoral y con el anuncio menos de una hora de la supuesta apertura de los colegios de que se podría votar sin sobres, con papeletas impresas en casa y con un censo único que permitía a cualquier ciudadano votar donde quisiera en toda la región.
Eso llevó a algunos medios a probar que una misma persona podía votar en varios sitios sucesivamente, porque durante la mañana el Gobierno bloqueó el sistema informático para la identificación de los votantes.
“Ha sido una mera escenificación”, dijo Rajoy, que no aludió a los incidentes que se registraron en varios puntos cuando la Policía Nacional y la Guardia Civil actuaron para requisar urnas y papeletas. Esas escenas causaron la indignación del jefe del Gobierno regional catalán, Carles Puigdemont, convocante de la consulta ilegal, que en las primeras horas de la mañana criticó lo que calificó de “uso injustificado, irracional e irresponsable de la violencia” por parte del Ejecutivo español.
Barcelona. Fotografia facilitada por la Generalitat de la declaración del presidente catalán, Carles Puigdemont, y su gobierno tras el referéndum ilegal celebrado ayer en Cataluña.
Ya por la noche, Puigdemont hizo una declaración institucional en la que aseguró que Cataluña “se ha ganado el derecho a decidir su futuro, su soberanía”.
En concreto, anunció que en los próximos días “trasladará” al Parlamento regional los resultados de la votación de hoy, para que, si el ‘sí’ a la independencia es mayoritario, la proclame según el procedimiento previsto en la ley del referéndum catalana, también suspendida por el Constitucional español.
Además, Puigdemont emplazó a la Unión Europea a que “no mire a otro lado” y actúe ante el Estado español y su “brutal represión”.
El líder catalán había tenido que acudir a votar a otro colegio electoral porque el suyo fue ocupado por la Policía y la Guardia Civil para requisar material electoral.
Esos episodios de cargas y altercados, repetidos por los medios de comunicación, también fueron criticados por la oposición de izquierdas al Gobierno de Rajoy.
Sin embargo, el presidente español se felicitó porque el Estado de Derecho se haya mantenido fuerte ante la “quiebra de la legalidad” planteada por los secesionistas catalanes.
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LOS LESIONADOS FUERON UNAS 844 PERSONAS
La Generalitat informó ayer que alrededor de 844 personas habían sido heridas durante las acciones de las fuerzas del orden. En esta cifra se inclueyn los atendidos por ataques de ansiedad y por irritaciones por gas. Por su parte, el Ministerio español del Interior indicó que 19 policías y 14 guardias civiles también resultaron heridos al intervenir para retirar urnas e impedir la celebración del referéndum por orden de la Justicia, lo que generó momentos de tensión.
Las cargas policiales y otros incidentes provocaron heridos y contusionados de diversa consideración, uno de ellos por un pelotazo de goma en un ojo a las puertas de uno de los centros de votación de Barcelona, que se encuentra en estado grave en un hospital de la ciudad.
El otro herido grave, también hospitalizado en Barcelona, es un hombre de unos 70 años que sufrió una parada cardiorrespiratoria cuando la policía desalojaba un colegio electoral en la ciudad catalana de Lérida.