EFE
La plataforma opositora Soy Venezuela, de la que forman parte el exalcalde metropolitano de Caracas Antonio Ledezma y la exdiputada María Corina Machado, exigió ayer la disolución de la Asamblea Constituyente.
CARACAS. Los cuatro partidos opositores que acudirán al proceso de diálogo con el Gobierno venezolano que arrancará en diciembre en República Dominicana se enfrentan a nuevas críticas, exigencias y retos, algunos de los cuales fueron desvelados hoy por uno de los negociadores del antichavismo.
El opositor Vicente Díaz -que participó la semana pasada en un encuentro preparatorio con el Gobierno- dijo ayer durante una entrevista con el canal privado Globovisión que el éxito de la negociación dependerá de tres factores que deberán cumplirse por completo.
Estos tres factores son, según Díaz, el “interés genuino de ambas partes” por lograr un acuerdo, establecer una “metodología adecuada” para acordar términos y seguimiento de acuerdos y otorgar un “piso político al resultado” que, subrayó, “debe ser acompañado por el país”.
“Si hay voluntad va a haber acuerdo. Hasta ahora hay disposición (del Gobierno), yo eso lo saludo”, afirmó, e indicó que la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) acudirá a esta cita con una “estrategia de negociación” para plantear sus requerimientos y responder ante las exigencias del oficialismo.
Díaz dijo también que el Gobierno “metió” en la agenda de conversaciones la exigencia de que la oposición reconozca a la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente (ANC), un órgano conformado solo por chavistas y no reconocido por buena parte de la comunidad internacional.
El negociador -que fue miembro del Consejo Nacional Electoral (CNE)- afirmó que la oposición esperará que llegue la reunión de diciembre para “plantear lo que queremos hacer con esa Constituyente”.
Díaz agregó que se discutirá la escasez de alimentos y medicinas que registra el país desde hace 3 años y que se ha agravado en 2017, pese a que el Gobierno de Nicolás Maduro se resiste a discutir la “crisis humanitaria (…) porque cree que significa un preámbulo para una invasión externa”.
Por su parte, la plataforma opositora Soy Venezuela, de la que forman parte el exalcalde metropolitano de Caracas Antonio Ledezma y la exdiputada María Corina Machado, exigió ayer la disolución de la ANC como condición para abrir un diálogo con la llamada revolución bolivariana.
En un comunicado, Soy Venezuela se refiere a la Constituyente como un poder “supraconstitucional” que “hace inviable la estabilidad de cualquier acuerdo”, al actuar “por encima de todos los poderes del país” y haber “usurpado todas las competencias de la
Asamblea Nacional (Parlamento)”.
La plataforma exige para volver a sentarse a negociar con el Gobierno “el cese inmediato de la Asamblea Nacional Constituyente” y que sean “declarados nulos todos sus actos” desde su instalación en agosto, que Soy Venezuela considera un “fraude”.
Además de la eliminación de la Constituyente, las exigencias previas de Soy Venezuela incluyen “respeto (…) a las atribuciones de la Asamblea Nacional” y “la vuelta a la constitucionalidad del Tribunal Supremo de Justicia”, que el Gobierno permita la entrada de ayuda humanitaria y la libertad de los “presos políticos”.
Soy Venezuela y los partidos de Ledezma y Machado -que han formado un nuevo grupo parlamentario separado de la MUD que se opone al diálogo de República Dominicana- están en contra de negociar con el Gobierno en las actuales condiciones.
A la negociación de Santo Domingo sí acudirán los cuatro partidos de más peso dentro de la MUD: Primero Justicia (PJ), de Henrique Capriles; Acción Democrática (AD), de Henry Ramos Allup; Voluntad Popular (VP), de Leopoldo López, y Un Nuevo Tiempo, de Manuel
Rosales.
Estas formaciones confían en lograr a través de una negociación supervisada por cancilleres de Gobierno de la región las demandas que Ledezma y Machado exigen como precondiciones.
Entretanto, la Conferencia Episcopal tomó partido también en el tema de las negociaciones y acusó al oficialismo de querer “ganar tiempo”, “distraer la atención” y “buscar lavarse la cara internacionalmente” con el nuevo proceso de diálogo.
En declaraciones recogidas hoy por el diario El Nacional, el jefe del clero venezolano, monseñor Diego Padrón, aseguró que “el diálogo es una estrategia que ha usado el Gobierno en diferentes oportunidades”, y criticó a una oposición “que no informa a los ciudadanos sobre sus decisiones” respecto a la negociación.