La mayoría de los huelguistas muertos eran trabajadores migrantes, aunque uno solo era extranjero, específicamente de Lesotho, un minúsculo país enclavado dentro del mismo territorio sudafricano. Habra homenakes en toda Sudáfrica.
Policía disparó contra huelguistas mineros en Marikana (Foto: Archivo)
Las autoridades sudafricanas tienen previsto realizar este jueves un homenaje para honrar la memoria de los 44 trabajadores de la mina de platino de Marikana que resultaron muertos durante enfrentamientos sindicales, aunque 34 de ellos fueran víctimas de una matanza perpetrada por efectivos policiales, quienes dispararon sobre los mineros en huelga.
«Se ha programado una ceremonia de homenaje en Marikana», declaró este miércoles el secretario general de la presidencia sudafricana, Collins Chabane.
No habrá funerales colectivos, pues los cuerpos sin vida de los huelguistas han sido entregados a sus familias, que viven a menudo lejos de la mina de Marikana, situada a una hora y media de carretera al oeste de Johannesburgo, la capital económica del país.
Otra ceremonia está prevista en Mthatha (Cabo oriental), en el sur rural del país, de donde proceden muchos de los mineros muertos. «La mayoría procede de zonas rurales, es por ello que el Cabo oriental prepara una ceremonia», precisó Chabane.
La mayoría de los huelguistas muertos eran trabajadores migrantes, aunque uno solo era extranjero, específicamente de Lesotho, un minúsculo país enclavado dentro del mismo territorio sudafricano.
Chabane precisó además que las banderas deben ondear a media asta durante toda la semana, en respeto al duelo nacional decretado por el presidente Jacob Zuma, cuyo gobierno está acusado de no haber prevenido el drama y de haber gestionado de manera torpe la crisis.
Desde hace meses, la producción de platino en Sudáfrica, principal productor mundial, vive fuertes tensiones por la crisis mundial, en particular la automovilística, y que ilustran las malas prácticas sociales heredadas del pasado que persisten en el sector minero.
En Marikana, el drama se gestó tras las reivindicaciones salariales de tres mil barreneros, que efectúan el trabajo más peligroso,
El conflicto se vio atizado por rivalidades intersindicales y enfentamientos violentos que dejaron saldo de 10 muertos, entre ellos dos policías. Luego intervinieron las fuerzas del orden, abrieron fuego contra los huelguistas y matando a 34 de ellos e hiriendo a otros 78 sudafricanos.