La polémica tomó esta vez la forma de una abierta disputa entre la Casa Blanca y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) debido a los planes de Trump de hacer público un informe que detalla supuestos abusos del Departamento de Justicia en su investigación.
WASHINGTON. La investigación sobre los supuestos lazos con Rusia de la campaña del presidente de EE.UU., Donald Trump, volvió ayer a los titulares pese a los esfuerzos del mandatario por dejar de lado el tema en su discurso de este martes ante el Congreso sobre el Estado de la Unión.
La polémica tomó esta vez la forma de una abierta disputa entre la Casa Blanca y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) debido a los planes de Trump de hacer público un informe que detalla supuestos abusos del Departamento de Justicia en su investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016.
El FBI expresó en un comunicado “preocupaciones serias” sobre los planes de la Casa Blanca de permitir la publicación del informe, y alertó de que contiene algunas “omisiones de hechos materiales” que podrían comprometer su “exactitud”.
Esa declaración dejó clara la brecha entre la Casa Blanca y el FBI respecto al informe, que según la oposición demócrata podría dar una excusa a Trump para despedir al “número dos” del Departamento de Justicia, Rod Rosenstein, e incluso al fiscal especial que investiga la trama rusa, Robert Mueller.
El Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EE.UU. votó este lunes a favor de hacer público el informe, redactado por el personal del congresista republicano Devin Nunes, y dio a la Casa Blanca cinco días para decidir si permitía o rechazaba su publicación, un plazo que concluye este sábado.
Trump dio este martes su palabra al congresista republicano Jeff Duncan de que permitiría la publicación del informe, cuando este se lo preguntó a su llegada al Congreso para pronunciar el discurso.
“Oh, sí, oh, no te preocupes. (Lo haré) 100 por cien (seguro)”, aseguró Trump, según un vídeo de la conversación difundido ayer.
Según varios informes de prensa, el memorando secreto alega que el exespía británico que escribió un famoso dossier lleno de detalles sórdidos sobre Trump, Christopher Steele, proporcionó mala información al FBI.
Con base en esa información, en la primavera de 2017, el FBI decidió ampliar sus actividades de vigilancia sobre Carter Page, que hasta septiembre de 2016 asesoró en política exterior a la campaña electoral de Trump, por sospechar de que actuó como agente ruso.
Rosenstein, que como “número dos” del Departamento de Justicia tenía autoridad sobre la investigación del FBI acerca de la trama rusa, solicitó entonces a un juez efectuar ese espionaje.
El memorando republicano acusa a Rosenstein y al FBI, de acuerdo con informes de prensa, de no haber informado correctamente al juez que autorizó la vigilancia sobre los motivos para pedirla.
Aunque la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, dijo ayer que, hasta anoche, Trump no había visto el memorando ni recibido información detallada sobre él, el diario The New York Times informó esta semana de que el presidente sí conoce parte del contenido del informe y está frustrado con Rosenstein por ello.
La oposición demócrata teme que el presidente use el informe como una excusa para deshacerse de Rosenstein y, más adelante, del propio fiscal que investiga la trama rusa, Robert Mueller.
Para despedir a Mueller, Trump necesitaría que Rosenstein autorizara ese despido, y este ya ha asegurado que no lo hará si no hay una causa justificada.
Los rumores sobre la suspicacia de Trump hacia Rosenstein han aumentado, además, a raíz de una nueva información de prensa.
Según fuentes anónimas citadas hoy por las cadenas CNN y ABC, Trump preguntó en diciembre a Rosenstein sobre la investigación de la trama rusa y le pidió que le dijera si “estaba en su equipo”.
“Por supuesto, todos estamos en su equipo, señor presidente”, contestó Rosenstein a Trump, según las fuentes de CNN, que rechazaron especular sobre el significado de esas palabras.
Trump, que ha sido acusado otras veces de presionar o exigir la lealtad de otros funcionarios del FBI, guardó silencio ayer cuando los periodistas le preguntaron sobre el memorando, pero su jefe de gabinete, John Kelly, dijo que este se publicará “pronto”.
“Este presidente siempre ha dicho que quiere que todo salga a la luz, que quiere que el pueblo estadounidense conozca la verdad”, afirmó Kelly en una entrevista con la emisora de radio de Fox News.
Lejos quedaba la imagen comedida y libre de escándalos que Trump había proyectado apenas unas horas antes en su disciplinado discurso sobre el Estado de la Unión, en el que evitó a toda costa mencionar la trama rusa.
Lucía Leal