Además, tres dirigentes del Departamento de Justicia dieron su beneplácito a la solicitud judicial de vigilancia: Sally Yates, Dana Boente y Rod Rosenstein; de los cuales los dos últimos siguen en activo en el Gobierno de Trump.
El informe acusa a todos esos funcionarios de “ignorar u ocultar”en su solicitud judicial “las motivaciones financieras e ideológicas en contra de Trump” de una de las fuentes del FBI: el exespía británico Christopher Steele.
Ese exespía escribió en 2016 un famoso dossier lleno de detalles sórdidos sobre Trump, y los republicanos del Comité de Inteligencia denunciaron en el informe que ese documento de Steele fue “una parte esencial” en la decisión de solicitar la vigilancia a Page.
Según el memorando, Steele había recibido “más de 160.000 dólares del DNC (Comité Nacional Demócrata) y la campaña de (Hillary) Clinton” para “obtener información denigrante sobre los lazos de Trump con Rusia”, que incluyó en su dossier.
Sin embargo, ninguna de las solicitudes de vigilancia “divulgó o hizo referencia” a los nexos de Steele con los demócratas.
Horas antes de divulgarse el informe, Trump ya había dejado clara su frustración con la cúpula del FBI y el Departamento de Justicia. “Los altos líderes e investigadores del FBI y el Departamento de Justicia han politizado el sagrado proceso investigativo a favor de los Demócratas y contra los Republicanos”, tuiteó Trump.
La oposición demócrata ha advertido de que Trump puede usar la publicación del memorando para desacreditar la investigación sobre los lazos entre su campaña electoral y Rusia que lidera el fiscal especial Robert Mueller.
Trump no puede despedir a Mueller sin el permiso del encargado de supervisar la investigación en el Departamento de Justicia, Rod Rosenstein, por lo que, en teoría, podría usar el informe para deshacerse primero de ese funcionario y luego del fiscal especial.
El secretario de Justicia de EE.UU., Jeff Sessions, que no tiene poder sobre la investigación rusa porque decidió inhibirse de las decisiones sobre el tema, evitó hoy defender a Rosenstein en un comunicado, y dijo que el Departamento que dirige “no es perfecto”.
El director del FBI, Christopher Wray, no se pronunció sobre el informe, pero la Asociación de Agentes de esa agencia aseguró que “no permitirán” que “políticas partidistas” les distraigan de su compromiso con el país.
Mientras, el líder de los demócratas en el Comité Judicial de la Cámara Baja, Jerrold Nadler, acusó al Partido Republicano, que se ha mostrado unido en su apoyo a la publicación del informe, de ser “cómplice de la campaña para obstruir el trabajo” de Mueller.
Lucía Leal.