Recientemente un candidato a la Presidencia de la República cuestionó los bajos salarios que percibe la mayoría de los trabajadores en el país y el tema, en verdad, no es nada nuevo. El grueso de los trabajadores en República Dominicana depende de salarios que no alcanzan a cubrir la canasta familiar, que en promedio ronda los RD$25,000.
Cada dos años se ajustan los salarios mínimos que existen en el país, que en total son 17 tarifas distintas, no obstante, sectores económicamente pujantes y que reciben incentivos del Estado, como zona franca y turismo (Hoteles, Bares y Restaurantes), pagan sueldos mínimos de RD$10,000 y RD$10,355.75, con lo que una familia no logra adquirir la canasta básica del quintil más pobre, que según el Banco Central a septiembre de este año se estimó en RD$14,285.41.
Según el exviceministro de trabajo, Washington González, en un Estado ideal ningún trabajador debe ganar menos de lo que cuesta la canasta básica del primer quintil y a partir de esta base, cada año, se deben aplicar ajustes automáticos por inflación, validados por el Ministerio de Trabajo a través del Comité Nacional de Salario (CNS).
Tanto en el sector público como privado persisten bajos salarios. El sindicalista Rafael Pepe Abreu indica que mientras el promedio salarial más bajo ronda los RD$9,000, el promedio salarial más alto se estima en RD$230,000, lo que a su juicio refleja un desbalance en la sociedad y muestra la inequidad del crecimiento económico.
De acuerdo a un estudio elaborado por la firma Analytica para el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), basado en la última Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (2016), el promedio de salario en las pequeñas empresas se estima en RD$11,262 para las mujeres y RD$13,240 para los hombres, en las empresas medianas es de RD$16,781 para las mujeres y RD$16,127 para los hombres, mientras que en las empresas grandes, el promedio salarial es de RD$21,283 para los hombres y RD$18,663 para las mujeres. Aún cuando se han realizado dos revisiones salariales desde esta fecha, en las cuales se han elevado las tarifas mínimas (28%), los sueldos no han logrado un reajuste general que les permita recuperar su poder adquisitivo o poder de compra, lo que obliga a los trabajadores a un consumo financiado por deudas que los mantienen entrampados en el círculo de la pobreza.
El presidente de la Confederación Patronal Dominicana (Copardom), Juan Alfredo de la Cruz, sostuvo que los salarios mínimos responden a las condiciones de cada país y su mercado laboral y que en ellos incide la oferta y demanda de mano de obra, el desempleo y subempleo, la informalidad, la migración, la productividad, la educación, la formación y los costos y cargas sociales.
Según las estadisticas del Banco Central, en el país el total de personas, de 15 años o más, ocupadas en el sector formal alcanza 2.2 millones (2,240,987), mientras que las ocupadas en el sector informal alcanza casi igual cifra, 2.1 millones (2,141,855).
Comercio, industria, administración pública y otros servicios son los sectores con mayor cantidad de personas ocupadas formales, sin embargo, los sectores con mayor informalidad son comercio, construcción, agricultura, transporte y otros servicios.
El vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), César Dargam, indicó que el sector empresarial también aspira a propiciar mejores condiciones de trabajo para sus colaboradores y que reciban la remuneración apropiada para su desarrollo.
Expuso que en tiempos de campaña se dicen muchas cosas, pero que sería interesante escuchar las propuestas de candidatos en torno a la informalidad, el futuro del trabajo, y sobre los costos y cargas adicionales que se generan más allá del salario y que restan competitividad a las empresas.
Destacó que el salario ideal debe ser el que permita satisfacer las necesidades y bienestar emocional. Debe ir acorde con la preparación y responsabilidades que se asumen. Sin embargo, señaló que la composición del mercado laboral es muy variada.
“Hay segmentos cuyos ingresos deben revisarse, pero igual la sociedad se debe preguntar cómo hacer para reducir la informalidad en el mercado”, agregó.
Para el presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), Rafael -Pepe- Abreu, el salario ideal debe rondar los RD$30,000.
“Ningún salario de lo que devengan los trabajadores mayoritariamente alcanza hasta fin de mes, ese salario manejado con moderación en 15 días está agotado”, explica Abreu, quien precisa que si el sector sindical reclama ese nivel de aumento, los empresarios alegan que las empresas podría ir a la quiebra.
El líder sindical señala que fruto de la crisis económica que vivió el país en 2003, los salarios cayeron un 27% y que para recuperar su nivel es necesario que cada año se aumente sistemáticamente por lo menos un 15%, “no solo al mínimo”.
Sostiene que las empresas exigen una reclasificación para lograr salarios más bajos, pero que debe pensar que los bajos salarios no solo perpetúan la pobreza de los trabajadores, sino que los condenan a vivir una vejez sin recursos que garantice sus más mínimas necesidades.