Santo Domingo, RD.- Elegantemente vestido, con su inseparable sombrero que caracterizó su estilo y una sonrisa marcada en su rostro que iluminaba a todos. Así físicamente se recordará al músico dominicano Cheché Abreu, quien partió la noche del martes a los brazos del Señor, tras complicaciones renales como consecuencia de la diabetes. Tenía 81 años.
José Abreu Vargas, conocido como Cheché Abreu, nació en Manoguayabo el 26 de julio de 1939 y fue una figura destacada de la música popular dominicana, creador del ritmo “mangué”, activista comunitario y trabajador incansable por su comunidad.
Su espíritu de solidaridad siempre estuvo presente en su vida, cuando formó su agrupación la instituyó como una especie de cooperativa en la que sus integrantes tenían el mismo sueldo, incluyéndolo a él.
“El Queridísimo”, apodo que adquirió al utilizar la frase “¡mi querido!” en sus saludos y en sus merengues, tuvo una carrera fructífera en la década de los 70 y los 80 que lo convirtieron en un coloso de la música popular.
Inicios en la música
Cheché tuvo una niñez sumida en la pobreza. Desde pequeño trabajó la agricultura y la construcción. Creció en un hogar, junto a sus hermanos, marcado por los valores que le inculcaron sus padres José Abreu Martínez y Rosa Herminia Vargas Germán.
Es en su adolescencia (1961) se inclina por tocar algunos instrumentos como la guitarra, bajo, bongó, conga y la maraca y junto a sus amigos forma “El Sexteto Manoguayabo”.
La joven agrupación recibió el apoyo de la comunidad. Durante la Revolución del 1965 el grupo tuvo que parar las presentaciones y Cheché, que era raso de la Marina de Guerra, estuvo acuartelado hasta que terminara la guerra.
El ritmo mangué
Terminada la guerra continuó con su propio grupo, y en 1967 formó una orquesta con 12 músicos tocando boleros, son montuno, salsa y merengue. Las primeras grabaciones se realizaron en 1968. Ese año bautizó el ritmo “mangué”, al que no quiso llamarlo merengue por respeto al ritmo dominicano que se imponía en el gusto de la juventud de la época.
Bautizado como como “Cheché Abreu y sus Colosos” grabó su primera producción discográfica en 1970: “Bandera dominicana”. Luego siguieron “Los grandes soneros” (1976), en 1978 lanza tres producciones “Canto a Santo Domingo”, “Pruebe y compre mi salsa” y “Mi salsa”.
Su despegue inicia con el disco “El very well” (1979). Así se da su gran pegada en el gusto popular con los éxitos “Aquí estoy, mi vieja”, “Raquel”, “Llegó la mañana” y tema homónimo del disco, interpretados por Cheché, Peter Cruz y El Profeta.
“La Negra Pola”
“La Negra Pola” (1980) fue el merengue que literalmente catapultó a Cheché Abreu. Su autor fue Pochy Familia, que a los 13 años se acercó al conocido músico y le entregó las letras para que lo grabara.
Según Cheché, ese niño se le acercó luego de una presentación en Radio Televisión Dominicana y le mostró la hoja en donde tenía escrito el merengue. Ese día Cheche y Pochy se juntaron para poner música con una guitarra al tema que terminó identificando para toda su vida al veterano merenguero.
Luego, en los años 90, siendo Pochy una de las principales figuras del merengue con su Coco Band, invita a Cheché a grabar de nuevo “La Negra Pola” y se convierte en un éxito, otra vez.
“Me siento muy triste, Cheché fue mi padre musical, fue como ese papá que me hizo falta por la muerte del mío, siempre estuvo ahí dándome consejos, tremendo ser humano; agradecido eternamente de él, le hablo mucho a mis hijos de quién era Cheché”, dijo anoche Pochy Familia a LISTÍN DIARIO.
Enfermedad
Cheché tuvo una carrera fructífera. En los 90 grabó otras producciones como “El príncipe de la salsa”, “Colosalmente”, “Mejor que nunca” “El telecable”, “Aquí me quedo”, “El Negro Chango”, “El regreso del sonero”, entre otras.
Aunque siempre mantuvo vigente su agrupación 1995 sufrió un accidente cerebrovascular que lo obligó a disolver el grupo.
Cheché se recuperó y continuó trabajando, pero con menos intensidad. Veinte años después volvió a sufrir otro episodio y perdió el 70 por ciento de sus facultades motoras. A pesar de esto el artista continuó trabajando como se lo permitió su estado de salud.
Labor altruista
Cheché fue “cursillista de cristiandad” y la comunidad aprovechó su popularidad para recaudar fondos y realizar varias obras en Manoguayabo, como la ampliación de la escuela.
En el año 1968 lograron construir el Club de Manoguayabo, el Salón Parroquial y remodelaron la iglesia de Bayona.
Impulsaron la reapertura de la Cooperativa de Ahorros y Préstamos. Bayona, Hato Nuevo y Palavé y también se beneficiaron del trabajo comunitario del músico.
DE SU VIDA
Familia.
De 10 hijos: Yadira, José, Yanily, Moisés, Jochy y Samuel, procreados con Julia Elupina Terrero. También tuvo a Yobanka, Andy Luis, Josefina y Luisito Abreu.
Reconocimientos.
En 2008 fue reconocido por la Asociación de Cronistas de Arte en la Gala de Nominaciones.En 2015 el Ministerio de Cultura (MINC) lo distinguió.