El expresidente Danilo Medina fue juramentado este domingo como principal líder del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Este acontecimiento se produce con apenas días después de su salida del poder con las más profundas convicciones de que este hombre representa lo peor, lo más atrasado de la sociedad dominicana.
Danilo, un hombre que desde la presidencia de la República Dominicana constituyó una amenaza muy peligrosa a la vida democrática del país, ahora aparece en su rol de máximo dirigente de un partido corrompido hasta los tuétanos.
La llegada de este expresidente a la principal dirigencia de su organización se produce en un momento en que por lo menos dos de sus hermanos guardan prisión por haberse alzado con una buena parte del dinero del patrimonio nacional.
Danilo no está libre de responsabilidad de los robos cometidos en contra del Estado y de la sociedad y en tal virtud debe haber un régimen de consecuencias.
De manera, que en vez de promoverlo como un ejemplo y un líder a seguir, el rechazo a su persona debía ser generalizado, tanto de los miembros del PLD y de todos los demás componentes de la sociedad dominicana.
Naturalmente, cualquiera pudiera preguntarse que si eso pasa con Danilo por qué no también con los demás dirigentes de los demás partidos y la respuesta necesariamente tiene que ser que la profilaxis debía ser integral, porque ciertamente no hay muchas diferencias entre unos y otros.
Sin embargo, el rol como jefe de Estado jugado por Danilo Medina lo hace mucho más responsable de los males que aquejan a la sociedad, porque los otros, sin incluir a Leonel Fernández, por muy grandes que sean sus bellaquerías no tienen el alcance de las de este máximo dirigente del PLD.
La juramentación como presidente del PLD de Danilo Medina es una forma de preconizar anti- valores, conductas reprochables y odiosas frente a los más jóvenes miembros de la sociedad.
Con la juramentación de Danilo Medina como presidente de la organización creada por el profesor Juan Bosch, el PLD se ratifica como lo peor que tiene la sociedad dominicana.
Dirigentes como Danilo Medina, Leonel Fernández, Miguel Vargas Maldonado, Quique Antún y muchos de los que dirigen el PRM, sin excluir al propio presidente Luis Abinader, porque todavía está verse como termina su gestión de gobierno, no son más que crápulas políticas, que debían ser enviados al basurero de la historia nacional como exponentes de falsos valores que han dañado la salud moral de los dominicanos.