Con el inicio ayer de un curso intensivo de verano, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) marca la vuelta a la presencialidad de la casa de altos estudios.
Al igual que otros bachilleres, por primera vez desde que comenzó a estudiar en la academia Franchesca Fernández tomó su primera asignatura en un aula, experiencia que calificó como positiva por la interacción que existe entre estudiantes y maestros.
La joven de 21 años que estudia enfermería valoró la decisión de retomar la docencia presencial, porque mediante esta se puede adquirir más conocimiento. Sin embargo, destacó que para muchos estudiantes es desventajosa porque los horarios de clases suelen interferir con sus trabajos.
La Primada de América era el único centro de educación superior del país que no había regresado totalmente a las aulas, ya que solo tenía abierto el campus universitario para impartir las asignaturas prácticas y de laboratorios.
“Ya era necesario volver a la universidad”, expresó el estudiante de ingeniería civil José Alberto Céspedes, quien definió la docencia virtual como positiva, pese a los inconvenientes que sufrieron decenas de universitarios para tomar clases por fallas en el sistema eléctrico y por tener problemas con la conectividad.
No obstante, Saely Toledo que estudia educación física, considera que las aulas de la academia no están adecuadas para las clases presenciales porque son pequeñas y no cuentan con suficientes butacas para los alumnos.
Efectos de la virtualidad
Para profesores como Alejandro Feliz ya era indispensable estar de vuelta en los salones de clases, porque el confinamiento llegó a afectar la parte psicoemocional de los estudiantes y los docentes.
Sin embargo, el maestro de letras entiende que no se debe dejar de lado las clases a distancias; por el contrario, sostiene que la UASD está abocada a implementar más asignaturas técnicas bajo la virtualidad por la falta de aulas.
Detalles sobre el nuevo curso de verano
En total son 33 mil 929 los bachilleres que se inscribieron en el curso de verano previsto a culminar a mediados de agosto. Según el maestro Apolinar Quezada, asistente de la vicerrectoría docente, se abrieron 1,698 secciones de clases, las cuales deben tener 30 estudiantes por aula, aunque la cifra puede ser superior en los salones más espaciosos. Dentro de las medidas para prevenir el covid, está la limpieza de los cursos al término de cada clase.