De portada
Las garras de la cultura del robo se ha vuelto integral y transversal a toda actividad en el país y también impacta al cooperativismo.
Published
2 años agoon
By
LA REDACCIÓNEl fenómeno constituye un obstáculo muy grande en contra de la aspirada prosperidad nacional, ya que el peso de la corrupción es tanto que el mismo representa una permanente amenaza en perjuicio del crecimiento y el desarrollo nacional.
El movimiento cooperativo es una expresión mundial que se inició en Inglaterra en 1844 cuando un grupo de tejedores se ve afectado con el desplazamiento de su trabajo como consecuencia del inicio de la revolución industrial.
A partir de ese acontecimiento se formó la primera cooperativa de consumo, la cual tuvo como nombre Pioneros de Rchdale de Inglaterra.
En lo que respecta a la República Dominicana, el cooperativismo se inicia a mediados del año 1946, cuya motivación provino de la orden sacerdotal Padre Scarboro, tras el envío del experto en esta materia padre Pablo stell, quien a través de la Semana Social del Caribe, auspiciada por la Iglesia Católica, se planteó la fomentación del cooperativismo en el país.
La Ley 127 del 27 de enero de 1964 y el decreto 623-86 contiene el marco jurídico que regula las cooperativas, instrumentos legales que instruyen el funcionamiento oficial de las asociaciones de este género en el país.
El órgano regulador de las cooperativas de ahorros y préstamos fue creado entonces mediante la Ley 31 de 25 octubre de 1963, la cual facultad al IDECOOP como ente del Estado para que estimule, fomente, organice, fiscalice y supervise las instituciones de este género, cuyo principal soporte se encuentra en el artículo 8, literal 15, de la Constitución de la República Dominicana.
Las cooperativas de ahorros y préstamos son calificadas por el Estado como un modelo de alto interés social y familiar, de distribución y de consumo, así como de cualquier otra fuente de utilidad.
Todo hasta ahí luce sumamente interesante, pero la cultura de sustraer lo ajeno es tal vez el principal enemigo de este tipo de organización sin fines de lucro, porque el «tíguere» que no tiene en que caerse muerto se introduce en la misma con mucha facilidad para manipular todas sus actividades, principalmente los grandes recursos económicos acumulados a través del ahorro de sus miembros.
De manera, que en la medida de que las cooperativas se convierten en un instrumento ideal para mejorar las condiciones de vida de sus miembros y que con el tiempo se produce una componenda entre los que las dirigen para apropiarse del dinero ahorrado por los socios y de esa manera desnaturalizar su propósito, muchas veces con la participación en los ilícitos del órgano regulador, como se estila en el país cuando de articular redes para hacer fraudes mediante la figura jurídica de la asociación de malhechores.
La cuestión toma un curso poco transparente en la medida en que las cooperativas se empoderan y crean una cartera de créditos y de ahorros envidiables por el alto capital acumulado, lo cual ha provocado que en algún momento se pretendiera convertirlas en instituciones lucrativas para que las capten los grupos económicos e incorporarlas al sistema financiero convencional, porque hay sectores que entienden que los pobres no tienen derecho a manejar sumas de dinero tan altas.
Pero, aunque ese plan de los grupos financieros nacionales no ha tenido éxito por la reacción de los que se oponían a tal cosa, los llamados «tígueres» que ganaban espacios en el interior de las cooperativas de ahorros y préstamos, se la ingenian para convertirse en poderosos hombres de negocios con los recursos que controlan de las cooperativas de ahorros y préstamos.
Escasamente han surgido escándalos en torno al manejo de las cooperativas de ahorros y préstamos, aunque es innegable que muchos de esos «tígueres» que las han asaltado no sólo han sabido apoyarse en la cultura de la impunidad que prevalece en el país, sino también que se han hecho multimillonarios y se retiran del control que tienen sobre ellas sólo cuando se enferman o se ponen viejos.
De acuerdo a lo que se ha podido establecer, las cooperativas de ahorros y préstamos San José y la Altagracia son controladas por los mismos grupos de «tígueres» que se apoyan en el mismo modus operandi que consiste en asaltar la presidencia de estas instituciones y su administración con personas de su extrema confianza que perduran en esas ´posiciones y en otros cargos, muchas veces, hasta que enferman o mueren como si se tratara de un negocio personal y con fines de lucro, pero se supone que deben ser elegidos por los socios, lo cual nadie puede asegurar, ya que operan como las más sofisticadas mafias que les permite evitar que el que ingresa como miembro tenga una participación activa sencillamente no invitándolos a las asambleas electoras.
Estas asociaciones desde hace mucho tiempo que cobran sospechosamente intereses muy parecidos a los que aplican las instituciones de intermediación financiera, lo cual no debe ser por su profundo contenido social, y los mismos se constituyen en una fuente de grandes ingresos, cuyas mafias que se mueven en su entorno son muy beneficiadas mediante las vías de ejecución inmobiliaria con personas reclutadas para ese fin.
Son verdaderas mafias que representan uno de los principales escollos para que este tipo de organización sin fines de lucro pueda cumplir su rol de contribuir con el ahorro familiar y con su misión profundamente social.
Naturalmente, este tipo de comportamiento no sólo es encontrado en las cooperativas de ahorros y préstamos, sino en todas las actividades comerciales y económicas del país, lo cual indica que el sostenido crecimiento nacional descansa en una verdadera vocación delincuencial.
En los actuales momentos ha explotado un escándalo con un fraude en contra de sus socios en la Cooperativa de Ahorros y Créditos COOP-HERRERA que supera los dos mil quinientos millones de pesos, cuyo caso ya está en la fase de presentación de cargos en contra de un numeroso grupo de directivos, incluido un expresidente de la misma que aspiró a ser juez del Tribunal Superior Electoral y la Suprema Corte de Justicia.
La cuestión es que si las autoridades ponen algún empeño encontrarán que la mayoría de las cooperativas de ahorros y créditos están impactadas por el mismo fenómeno de que un grupo de «tígueres» se han apropiado de ellas para sustraer los recursos de los socios que se dan cuenta del problema cuando ya es muy tarde.
De portada
Abandono de investigación y bajo nivel académico impacta universidades que operan sin supervisión.
Published
1 semana agoon
noviembre 25, 2025Por Elba García
Las universidades de la República Dominicana prácticamente han abandonado su cumplimiento con su misión de desarrollar investigaciones científicas y de igual modo preservar o implementar programas educativos para mejorar el bajo índice académico que les afecta.
El problema no constituye un asunto aislado, sino que forma parte de la deficiencia y debilidades institucionales del país, cuyos centros de altos estudios no son sometidos a la fiscalización que dispone la Ley Orgánica del Ministerio de Educación Superior ( MESCyT ), porque pesa más la politiquería que tener un país mejor.
El asunto genera que muchos estudiantes egresen de las diferentes carreras que se imparten en la gran diversidad de las universidades nacionales con un nivel de formación que puede definirse de muy precario, muy pobre, que no pasan de ser analfabetos funcionales.
Sin embargo, la deficiencia importa tan poco en un país donde el Estado no tiene capacidad de regulación, ni de fiscalización y mucho menos de supervisión, que las universidades no pasan de ser una buena industria para producir dinero y nada más.
La gravedad de la cuestión llega tan lejos que incluso los propios docentes de las casas de altos estudios dejan mucho que desear porque no tienen la formación académica e intelectual requerida para proporcionar una buena educación superior.
Las universidades del país, naturalmente no todas, no pasan de ser un gran negocio manejado por familias muy concretas y específicas que tampoco cumplen con el mandato de la norma que la regula y delimita y define lo que son instituciones sin fines de lucro.
Pero la falta de control del sistema educativo nacional ha convertido a las universidades en centros para egresar a personas que luego no tienen espacio en el mercado laboral, en virtud de que no tienen la preparación que reclama la industria nacional.
Es una pena observar el sendero escogido por las universidades, el cual no tiene nada que ver con su misión de desarrollar las ciencias y las tecnologías, así como el nivel intelectual de la sociedad.
Naturalmente, no se trata de un fenómeno exclusivo de la educación superior, intermedia y primaria, sino de todo el andamiaje público, donde la capacidad importa poco, sino la politiquería y el amiguismo, ya que incluso hasta el otorgamiento de una licencia de operación en este sector está fundamentado en un criterio desviado de los estándares que deben prevalecer al respecto.
No hay ningún tipo de evaluación que pueda arrojar buenos resultados en la República Dominicana, porque más que un instrumento para lograr un verdadero desarrollo nacional, la educación superior ha pasado a ser un negocio vulgar de “vivos” y de personas que se dedican al tráfico de influencia.
El problema de la educación superior se suma a la imposibilidad que afronta la sociedad dominicana de promover reforma en instituciones y órganos del Estado que no hay forma de que den pie con bola, como el Ministerio Público y la Policía Nacional, por sólo citar algunos.
La población estudiantil dominicano es bastante grande, pero ello no ha servido para que el sector se menaje con criterios de excelencia académica para construir una mejor nación, cuyos estándares sean comparables con otros países del hemisferio y de otros continentes.
Lo peor del problema es que el país no cuenta con una agenda nacional para enfrentar la deficiencia e insertar la nación en los mejores estándares educativos de Latinoamérica, el Caribe y el mundo.
De portada
Santiago es parte de un fenómeno general que impacta al país en el que las instituciones sin fines de lucro son un botín personal.
Published
3 semanas agoon
noviembre 12, 2025Por Elba Rosa García
El fenómeno de la apropiación de las instituciones sin fines de lucro y muchas otras que juegan un papel social y político importante que se debaten entre una serie de intereses individuales de personajes de la sociedad dominicana que sólo se mueven para perjudicar a las grandes mayorías nacionales.
Es una preocupación que tiene su base de sustentación en una herencia histórico-cultural que se apoya en una serie de antivalores que promueven el individualismo como estilo de vida.
El escenario es ahora el Patronato Cibao contra el Cáncer, donde convergen algunos sectores que buscan utilizar esta institución para fines que no se corresponden con sus objetivos.
En los últimos días allí ha explotado un escándalo que habla de serios actos de corrupción que ahora se ventilan en los tribunales del Distrito Judicial de Santiago, cuya irregularidad también se observa en otras entidades de igual carácter como las cooperativas de ahorros y préstamos, las cuales también han tenido un notable éxito en el manejo de fondos de las comunidades.
La Corte de Apelación Civil de Santiago tiene en fase de fallo una demanda civil para buscar la nulidad de una asamblea que permitió escoger una nueva directiva en medio de serios escándalos de corrupción, que incluye una supuesta deuda de más de ochocientos millones de pesos.
Recientemente, tras la celebración de la referida asamblea, hubo que sacar a los que ostentaban la dirección del Patronato con la fuerza pública, drama que prevalece de forma genelizada en el país porque los que llegan a este tipo de organizaciones se llegan a creer dueño del patrimonio de la misma como si se tratara de una herencia familiar.
Este tipo de problema es un asunto que debe enfrentar la sociedad dominicana, porque el mismo se agrava en razón de que los propios tribunales se manejan con una actitud muy complaciente con los que incurren en semejante travesura.
La demanda civil que busca la nulidad de la asamblea general extraordinaria en la que se eligió una nueva directiva en el Patronato Cibao contra el Cáncer, quedó en fase de fallo en la Corte Civil y Comercial de Santiago tras los jueces reservarse la decisión.
La acción legal proviene del destituido presidente del Patronato Cibao contra el Cáncer, quien solicita que se deje sin efecto dicha asamblea, bajo el alegato de supuestas irregularidades en el proceso y violaciones al debido procedimiento. Los abogados del demandante también pidieron la designación de un administrador judicial, argumentando que la reunión estuvo “plagada de vicios”.
La decisión podría ser emitida en un plazo de 48 horas, cuyo acto de la demanda es el número 534, el cual fue depositado el 23 de octubre de 2025 ante la Cámara Civil y Comercial de la Corte de Apelación de Santiago, a requerimiento de Héctor Antonio Lora Cruceta y otras partes interesadas, representadas legalmente por los licenciados Jhon Starling Fulgencio Frías, Erick R. Germán Mena y María Antonia Vargas del bufete Veras & Veras, con sede en Santiago de los Caballeros.
La situación del Patronato Cibao Contra el Cáncer es propia de una gran cantidad de organizaciones sin fines de lucro, incluido los partidos políticos, entre muchas otras que quedan atrapadas en medio de grupos que las controlan y malversan sus fondos para fines que distorsionan la razón de su existencia.
El problema en esta materia es una plaga que prácticamente se come a la sociedad dominicana, sin que haya a la vista una solución, dado que el motivo de la misma tiene que ver con razones profundamente culturales que hoy día son parte de un problema integral de la sociedad dominicana.
De portada
Triunfo de inmigrante y musulmán retorna a Nueva York a su razón de ser como ciudad de ensueño mundial.
Published
4 semanas agoon
noviembre 6, 2025
La ciudad de Nueva York, sede de la bolsa de valores y de otras riquezas inmedibles, es el hogar de muchos que prefieren las fortunas económicas e incluso a su propia tranquilidad, ha devenido en un lugar en el que luce no haber cabida para los que sueñan en los diferentes continentes del mundo con arribar de alguna manera allí. Este poder económico de la llamada ciudad de los rascacielos todavía alberga en su seno a millones de inmigrantes que tienen que dormir en subterráneos en malas condiciones y otros muchos desamparados que mal olientes se mezclan con los potentados económicos de las grandes multinacionales.
Vivir en Nueva York, pero principalmente en Manhattan, su centro financiero y cultural, no es fácil, sobre todo para el que busca sobreponerse a unos altos costos de la comida y de la renta, pero a cuya realidad generalmente tienen entrada los pobres que emigran en busca de una mejoría de vida a la también llamada babel de hierro.
La cuestión es que esa mezcla de grandes riquezas e igualmente de grandes pobrezas crean un contraste que no es tan fácil de manejar y controlar en esa gran urbe, pero las circunstancias políticas son las únicas que pueden marcar un mejor destino de uno de los estados de toda la unión americana con los estándares más caros para vivir en él.
Este martes 4 de noviembre Nueva York ha dejado claro que sigue siendo ese lugar donde las grandes esperanzas nunca se pierden y que, si bien un multimillonario puede tenerlo todo, máxime el control político del estado y de la ciudad, igual puede ocurrir con gente que viene del subsuelo económico y de los lugares más lejanos del planeta, no importa quién lo quiera detener en sus propósitos.
El mejor espejo de este fenómeno es el triunfo de Zohran Mandami, un inmigrante musulmán, nacido en Uganda, pero de ascendencia india, que ha enviado un mensaje muy contundente al ganar cómodamente la alcaldía de esta gran ciudad, cuyo presupuesto supera a todos los países latinoamericanos juntos.
Este nuevo actor de la política newyorquina ha dejado claro que allí nada es imposible, porque su hazaña es propia de hombres muy grandes, pero que sólo necesitan ese espíritu que caracteriza al inmigrante, dado que éste adquiere la ciudadanía de los Estados Unidos en el 2018, es decir, hace sólo 7 años y primero, luego de haberse graduado en la universidad, se convierte en asambleísta del estado y ahora entra a las puertas anchas de Grand Mansion como alcalde de Nueva York.
Este joven que profesa la religión musulmana se impuso en la contienda electoral frente a grandes contrincantes como Mario Cuomo, exgobernador del estado y con una ascendencia política que parte del papel jugado por su padre del mismo nombre, cuyas raíces están asociadas a la comunidad italiana de Nueva York.
Este joven de apenas 34 años no ha dejado dudas de su triunfo, pero ahora vienen grandes retos en virtud de que el presidente Donald Trump lo ha elegido como su principal frente para evitar que logre lo que ya ha prometido a la gente, sobre todo a los pobres de la ciudad que nunca duerme, que alberga en su seno a grandes multinacionales y fortunas judías, así como inmigrantes pobres de todo el planeta.
Este detalle demuestra hasta dónde Nueva York es un lugar en el que se pueden dar las cosas más inverosímiles, como convivir judíos, musulmanes y cristianos en sus barrios emblemáticos, donde prevalece un respeto entre sí que no ha sido posible en ningún otro lugar del mundo donde estos grupos religiosos son enemigos mortales.
Y entre la gran misión del nuevo alcalde de Nueva York está, no sólo contrarrestar la oposición de un magnate y presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien lo ha amenazado si ganaba con deportarlo, sino además de conciliar grandes intereses económicos y financieros que hacen a esta gran urbe diferente y con grandes potencialidades de más crecimiento y de ser una ventana para muchos hombres y hombres de todo el planeta que sueñan con visitarla y vivir allí.
Hay prácticamente una guerra avisada entre Trump y este joven musulmán, ahora alcalde de la llamada capital del mundo, por cuya potencialidad comercial le va muy bien el nombre, lo cual luce ser una medición de fuerzas entre los intereses ultraconservadores de un mandatario con una marcada vocación dictatorial que persigue borrar la historia de un estado que ha sido el refugio de millones de latinoamericanos e inmigrantes de todo el mundo a quienes el nuevo funcionario que les ha prometido mejorar la situación de vida de sus familias.
Zohran Mandani es una inspiración para fortalecer la democracia en cualquier lugar del planeta, porque hoy representa un símbolo de lo que puede ocurrir cuando en una ciudad las reglas del juego están claramente definidas, lo que permite que los menos pudientes tengan respuestas a las dictaduras y al poder inmedible de las multinacionales.
Este triunfo del nuevo alcalde de Nueva York sienta la base para que los sectores más liberales de la llamada babel de hierro jueguen su papel histórico en una democracia que, a pesar de sus debilidades y peligros, ha dado ejemplo de fortaleza y de que no depende de la voluntad personal de un individuo.
