Opinión
¿DEMOCRACIA? ¿AQUÍ?, EN RD
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4 meses agoon
Por Narciso Isa Conde
Los abrumantes medios de comunicación de este país y del exterior, la llamada clase política, las jerarquías de las iglesias, los jerarcas militares y policiales, las elites académicas…se empeñan en exaltar el sistema imperante en nuestro país, como un gran ejemplo de democracia.
De entrada el tema nos remite a varias preguntas:
¿Cuál democracia reclama este siglo XXI, después de las experiencias vividas en los siglos XIX y XX, y de lo que va éste?
¿Puede ser llamado democrático el sistema político, económico, social y cultural dominante en la República Dominicana?
¿Qué clase social dicta y controla lo que hay que hacer?
Hasta la manipulada encuesta sobre cultura democrática, recientemente publicada, tuvo que reconocer que la mayoría encuestada percibe que aquí mandan “sectores poderosos”.
¿Qué tipo de Estado existe y quienes lo controlan y manipulan?
¿Cuál género predomina en el ejercicio de todos los poderes?
¿Cuál de los fenotipos humanos impone la ideología de “raza”?
¿Qué generación dicta la política?
¿Cuál es la relación entre militares y civiles?
¿Es libre el país, es realmente independiente, tiene soberanía, se auto determina?
¿Quiénes controlan los partidos y sus candidaturas?
Las respuestas veraces a estas interrogantes nos llevan a conclusiones que es preciso subvertir:
-Domina la burguesía transnacional y la gran burguesía local subordinada a ella. Existe una dictadura de la clase capitalista y especialmente de sus poderosas elites.
-Domina junto a ella una alta buro-tecno-partidocracia que controla los partidos a base de dinero empresarial y narco-empresarial y vuelca al Estado y el poder del capital contra la sociedad.
-El poder ha sido masculinizado. Existe una dictadura de género de corte machista; en la familia, en los partidos, en el Estado.
-El racismo tiene múltiples expresiones de poder para discriminar y subordinar, expresado con crueldad frente a los dominicanos/as pobres y negros, y contra la población haitiana o de origen haitiano.
-Los adultos varones son el centro de la sociedad (adulto-centrismo), dando lugar a una especie de dictadura de las generaciones maduras contra la juventud y la niñez.
-El país está bajo la dictadura de EEUU y sus aliados subordinados.
Por eso pasan cosas tan graves como los recurrentes tutelajes financieros del FMI y el BM, los tratados militares, la recurrentes intervenciones militares del Comando Sur, USAID, CIA, DEA, FBI, MAAG, los contratos con Barrick Gold, Gold Corp, Falcondo… e innumerables concesiones que atentan contra la vida de nuestro pueblo, sus fuentes de agua y de vida.
-El poder militar-policial se ha gansterizado y violenta los derechos civiles.
-La llamada “separación de poderes” de la nombrada “democracia liberal-representativa” que pregonan las facciones dominantes, es pura ficción.
-De la dictadura bipartidista hemos pasado a la dictadura constitucional pele-leonelista y pele-danilista, y ahora está en boga la dictadura ultra neocolonial PRM-VICIN-Abinader. ¡Y hasta la “democracia electoral” se ha esfumado!
-La TRANSPARENCIA es una ficción, mientras la alta jerarquía gubernamental firma un pacto ético-moral con un presidente que se niega a explicar sus vínculos y los del PRM con la narco-familia López Pilarte, con el capo Miguel Gutiérrez y con las mafias neofascistas de los Guaidó, María Corina, Edmundo González, Macri, Bolsonaro, Lazo, Piñera, Noboa y Milei.
-La cúpula que controla el sistema lo administra para destruir despóticamente la madre tierra, apropiándose de sus riquezas y atentando contra la existencia de presentes y futuras generaciones, cometiendo un ecologicidio tras otro.
Todo esto precisamente cuando presenciamos la evolución para peor del capitalismo y el colapso de un tránsito al socialismo que no llegó a ser socialismo (por negar democracia y devenir en estatismo burocrático), y cuando emerge la necesidad de una democracia participativa e integral.
Democracia económica.
Democracia social.
Democracia cultural y multiétnica.
Democracia de género.
Democracia ecológica.
País independiente aliado a todos los que logran soberanía y apuestan a una Patria latino-caribeña liberada y a un mundo justo, diverso, multipolar y solidario.
Nación y pueblo soberanos hacia un nuevo socialismo: participativo e impregnado de libertades y bienestar colectivo.
Ese es el gran reto del Siglo XXI.
El gran reto nuestro y de todos los pueblos oprimidos.
Y a quienes no se cansan de mentir, alabando “la gran democracia” del Norte Revuelto y Brutal, hay que decirles:
· Que el poder impuesto desde el Complejo Militar-Industrial-Financiero-Informático y Mediático, NO ES DEMOCRACIA.
· Que la plutocracia o poder del dinero, más su TERROR-CRACIA -como diría el Padre Julín Acosta- no es DEMOCRACIA.
El sistema antidemocrática dominicano es una suma de despotismos internos y externos que hay que desmontar descolonizando para crear democracia integral.
Por Elba García Hernández
En los últimos días del presente año 2024 he tenido la obligación y el deber de defender derechos fundamentales ante el Tribunal Superior Administrativo y he podido comprobar lo mal que está el país en materia de justicia.
Los abusos de poder se observan en esta jurisdicción de Derecho Administrativo en cualquiera de las salas que conocen las litis que se presentan entre la administración y los administrados.
Es penoso ver como los abogados repiten como papagayos los mismos argumentos en los diferentes casos que en esta instancia se conocen. Pero peor aún el nivel de los jueces que manejan los casos.
En esta jurisdicción hay un nivel de razonabilidad que sonroja a cualquier profesional del derecho, pero las cosas se complican cuando se examinan las sentencias que emiten los juzgadores de una jurisdicción que está estrechamente vinculada con el Derecho Constitucional.
Es tanto así, que muchos de los jueces están más interesados en penalizar a las partes sobre la base de disposiciones arbitrarias e ilegales de comisionar un alguacil de estrado para que haga nuevas notificaciones y cobrarles a los litigantes por ese concepto hasta 20 mil pesos cuando se trata de conflictos legales que provienen del interior del país.
Cualquiera se forja la impresión de que existe una sociedad para hacer dinero mediante las notificaciones entre los alguaciles de estrados y los magistrados que presiden salas en el Tribunal Superior Administrativo.
Lo preocupante de este asunto es que cuando no se satisface el deseo del juez o del alguacil de estrado, ese disgusto se refleja en la sentencia que emite el tribunal.
Otro detalle importante de lo mal que se manejan algunas salas del Tribunal Superior Administrativo es que se agarran de cualquier detalle insignificante para justificar una sentencia en contra del que no se acoge a la comisión de un alguacil para fines de nueva notificación.
Impresiona, además, el poco nivel de razonabilidad de los que participan de las audiencias que se celebraran en el Tribunal Superior Administrativo.
En realidad, parece un juego de niños, lo cual desmiente los supuestos avances en Derecho Administrativo, porque la verdad es que lo ocurre en esta jurisdicción de la justicia deja mucho que desear.
Por José Cabral
El panorama que se observa en el país lleva a cualquier persona, por optimista que sea, a sentir que todo se derrumba y que nada tiene solución. No hay un solo estamento estatal que indique que el país transita por un buen camino.
Esto así, porque si al azar se escoge cualquier instancia, pública o privada, fácilmente se llega a la conclusión de que prácticamente todo está perdido. Son prácticamente nulos los referentes que indican que en el futuro se alcanzaría una mejor nación.
El principal fracaso de la sociedad dominicana tiene que ver con el fiasco que representa el Ministerio Público y la judicatura nacional, donde uno apoya la ilegalidad del otro. Es un asunto para mantenerse seriamente preocupado.
En realidad, no se sabe cuál si el fiscal o juez anda peor, pero de lo que sí se puede estar seguro es de que ambos transitan por un camino que solo garantiza el abismo de la nación.
En el país no hay proceso penal que termine de buena manera, pero tanto el Ministerio Público como los jueces recurren permanentemente a decisiones al margen de las leyes que les sirven de sustento.
El Ministerio Público sólo parece ser bueno para manejar casos de importancia mediática, mientras que los jueces se han especialistas en emitir sentencias al margen de las normas y de los derechos, deberes y principios fundamentales.
Es una verdadera vergüenza lo que ocurre en el país, ya que tribunales como el Superior Administrativo, donde el administrado busca liberarse de los abusos de la administración, tiene un nivel similar al de un juzgado de paz. Sus jueces carecen de razonabilidad y muchas veces hasta de sentido común.
En el sistema de justicia nacional se produce una verdadera negación de derechos, pero el hecho de que los jueces no puedan ser procesados por muchos de los casos que fallan, ya que hasta las acciones de amparo no pueden ser interpuestas en contra de los tribunales nacionales, habla claro de la trampa en que está envuelto el ciudadano.
Es decir, que, aunque existe la querella disciplinaria, la recusación e incluso la prevaricación, es una batalla como aquella siempre citada entre el huevo y la piedra, porque la complicidad se extiende de un lado a otro sin excluir a prácticamente la totalidad de los actores del sistema de justicia.
Adentrarse en el comportamiento de la justicia y del Ministerio Público es una razón determinante para frustrarse o resentirse, aunque, naturalmente, este mal debe combatirse con herramientas que tal vez algún día surtan efecto.
Por Nelson Encarnación
Algunas personas han llegado a afirmar que el juego de béisbol no es un deporte, sino un pasatiempo que sirve de entretenimiento a toda la familia, la que puede tener un importante consumo mientras transcurre un partido de nueve entradas, por lo general lento.
Sin embargo, somos más los que sostenemos lo contrario, no porque seamos fanáticos o seguidores, sino porque una contienda en la que medie la aplicación de estrategias no puede ser un simple pasatiempo.
Las estrategias son fundamentales en el juego de pelota, sin las cuales el resultado no puede ser el esperado, aunque no siempre estas funcionen. Como en toda actividad humana, inclusive en la guerra.
Hechas estas disquisiciones, pasamos a no entender qué ha provocado el impresionante descalabro, el resbalón sin final que ha abatido a los Leones del Escogido.
No se explica que un equipo que en los primeros 20 juegos del presente campeonato obtuvo quince victorias, haya caído a un abismo, tan profundo que, al día de hoy, está en la peligrosa ruta de quedar fuera de la siguiente ronda.
Es como estar con respiración asistida, mantenerse vivo gracias a la buena fortaleza física que se acumuló—15 victorias contra 5 derrotas—, pero no suficiente como para rebasar de manera exitosa un estado comatoso.
¿Qué hará la gerencia del equipo capitalino para tratar de revertir la ruta hacia el fondo? No preveo una opción, sobre todo, al recordar lo declarado hace un par de años por uno de los dueños del “Duro de matar”.
¿Qué dijo ese ejecutivo? Que al equipo le es económicamente más rentable quedar fuera en la serie regular que pasar a las siguientes. Algo así o algo peor, según recuerdo.
Cuando leí aquello tuve que remontarme a los pleitos con mi difunto padre—liceísta furibundo—que no asimilaba derrota frente al “eterno rival”, y yo, como escogidista, le daba la cuerda, corriendo riesgo de unos correazos por irreverente. De este tamaño ha sido mi escogidismo.
¿Hay escasez de cartera en la gerencia del equipo rojo? No lo creo. ¿Falta estrategia para la ofensiva? Lo creo un poco. ¿Cayó por un barranco irrecuperable el pitcheo de los Leones? Me quedo con esta.
Frente al despeñadero actual, los rojos no tenemos muchas esperanzas. Y por favor, no echemos la culpa al mánager Pujols.