Santo Domingo.– Wally Brewster, exembajador de Estados Unidos en la República Dominicana, aclaró que la ceremonia matrimonial realizada recientemente en Santiago de los Caballeros entre dos ciudadanos estadounidenses fue una celebración simbólica, ya que el matrimonio fue legalmente registrado y reconocido en los Estados Unidos antes de realizarse el acto en el país.
Las declaraciones del exdiplomático se producen luego de que la Junta Central Electoral (JCE) emitiera un comunicado en el que reiteró que, conforme a la Constitución y las leyes vigentes, en la República Dominicana solo se reconocen los matrimonios entre un hombre y una mujer, y que ningún matrimonio que contravenga este principio podrá ser registrado.
«Nunca existió intención ni esfuerzo alguno por parte de la pareja de registrar su matrimonio ante el gobierno dominicano, ninguna institución civil ni organización religiosa dentro del país. Este evento no tuvo vínculo alguno con la legislación o los procesos legales dominicanos», afirmó Brewster en un comunicado publicado en sus redes sociales.
El exembajador explicó que ambos contrayentes son ciudadanos y residentes de Estados Unidos, quienes eligieron Santiago como destino para celebrar su unión por razones familiares y afectivas, ya que uno de ellos es dominico-estadounidense, nacido y criado en esa ciudad.
«La pareja deseaba compartir este momento tan significativo con su familia en Santiago y mostrar a amigos de todo el mundo la belleza, calidez y cultura de la República Dominicana», agregó.
Brewster lamentó que algunos sectores hayan intentado distorsionar la naturaleza privada y simbólica de la celebración, usándola para promover mensajes de intolerancia y división.
«Es profundamente lamentable que algunas personas hayan buscado usar esta ocasión alegre para promover mensajes de odio. Tales acciones no reflejan el verdadero espíritu del pueblo dominicano, reconocido mundialmente por su hospitalidad y respeto hacia los demás«, sostuvo.
El exembajador reiteró que se trató exclusivamente de la celebración de dos ciudadanos estadounidenses, legalmente casados y registrados en su país antes de su llegada a la República Dominicana, y que cualquier afirmación o insinuación en sentido contrario es rotundamente falsa.