El presidente Evo Morales ha ratificado en más de una oportunidad que sólo defiende el derecho a decidir sobre sus propios recursos, en referencia al manantial del Silala, desde el cual construyó Chile canales para llevar agua a sus pueblos fronterizos.
El Gobierno de Bolivia continuará esta semana las obras de construcción de cuatro infraestructuras para el aprovechamiento del manantial de Silala, en el departamento de Potosí (suroeste), un proyecto que ha generado malestar en Chile, debido a que dicha corriente fluvial surte de agua a parte del norte de la nación austral.
La iniciativa comprende un sistema de riego, una planta hidroeléctrica, una planta envasadora de agua y la piscifactoría de la trucha. Es un conjunto de obras que beneficiará a más de 600 familias en la región de San Pedro de Lípez, indicó el gobernador de Potosí, Félix González.
La decisión de levantar escolleras en la zona para la cría de unas 21 mil truchas anuales no cayó bien en Santiago, pues parte de las aguas que antes iban a territorio chileno, ahora se quedarán en suelo boliviano.
González agregó que, gracias al proyecto, la región podrá producir anualmente alrededor de cinco mil 400 kilogramos de trucha.
El inicio de las obras civiles del primero de seis almacenamientos de agua se ejecutó este sábado. De las seis piscinas, cuatro serán destinadas para la crianza de truchas de distintas edades y las otras dos para alevinos, con una capacidad de producción de 28 mil 800 al año.
Por su parte, el Gobierno de Sebastián Piñera pidió informes sobre los planes de la gobernación de Potosí, y calificó la obra como una innecesaria provocación de su vecino país.
Frente a ello, el presidente Evo Morales ha ratificado en más de una oportunidad que sólo defiende el derecho a decidir sobre sus propios recursos, en referencia al manantial, desde el cual construyó Chile canales para llevar el agua a sus pueblos fronterizos
Asimismo, la presidenta de la Cámara de Senadores boliviana, Gabriela Montaño, rechazó tales acusaciones y recordó el derecho de Bolivia de explotar las referidas aguas.
«Bolivia tiene todo el derecho de beneficiarse con las aguas del Silala y no tiene por qué consultar sobre qué va a hacer en una vertiente que le pertenece al pueblo boliviano y que debe beneficiar de manera directa a la población que se encuentra en esa zona», detalló.
También aseguró que su país jamás buscará un enfrentamiento con Chile. Aquí lo único que estamos haciendo es respetar nuestros derechos, y lo seguiremos haciendo. Bolivia siempre ha mostrado predisposición al diálogo con Chile, pero por ello no dejaremos atrás nuestros proyectos», comentó Montaño.
El curso de las aguas bolivianas del Silala fue trazado artificialmente por Chile, décadas atrás, para llevarlas hasta su territorio, con el objetivo de abastecer de agua a la regi´no fronteriza.
Los dos países, que carecen de relaciones diplomáticas desde 1978, determinaron a principios de 2011 que Chile pagaría por el consumo de hasta un 50 por ciento de las aguas del Silala, mientras se realiza un estudio para establecer el origen de todo el afluente. No obstante, el acuerdo no ha entrado en vigencia.
El gobierno de Potosí he explicado que el torrente del Silala se verá mermado en un 30 por ciento «mientras se construyen la sobras, pero luego continuarán corriendo las aguas por la ruta que los chilenos han diseñado».