Gary Johnson candidato por el Partido Libertario y Jill Stein por el Partido Verde. (Foto: actualidad.rt.com)
A un día para los comicios presidenciales en Estados Unidos los candidatos Barack Obama y Mitt Romney destacan como los principales contendores, pero existen otros aspirantes “invisibles” que también disputarán en las urnas un puesto en la Casa Blanca.
Ante el bipartidismo en la campaña presidencial estadounidense, un gran número de ciudadanos de esta nación y del mundo desconocen los perfiles de Gary Johnson candidato por el Partido Libertario, Jill Stein por el Partido Verde, Rocky Anderson del Partido Justicia y Virgil Goode de la Unión Constitucional.
Gary Johnson fue gobernador de Nuevo México con el Partido Republicano entre 1995 y 2002 y su candidatura ha sido oficializada en 48 de los 50 estados y el distrito federal que forman la unión y podría convertirse en la pesadilla de los republicanos si, como ya hizo Ralph Nader en 2000, quitó a los demócratas el 1 por ciento de votos que les hubieran permitido derrotar a George W. Bush.
Por su parte, Virgil Goode, es considerado un nómada político elegido para la Cámara de Representantes por los demócratas en 1997 y los republicanos entre 2000 y 2008.
Goode ahora se presenta a las elecciones a la Casa Blanca por el Partido Constitución, un partido ultraconservador que destaca principalmente por su discurso contrario a la inmigración. La importancia de Goode procede de su implantación en el suroeste rural de Virginia, un electorado conservador que Romney necesita para compensar la probable victoria de Obama en las zonas urbanas del norte del país.
Jill Stein de 62 años de edad, es una doctora titulada en Harvard y candidata del Partido Verde, a la que ‘The New Yorker’ definió como “la candidata de Occupy”, el movimiento de protesta. Stein promulga una agenda progresista tanto en empleo como en políticas energéticas y medioambientales, así como en sus propuestas económicas y sociales.
Mientras que Rocky Anderson del Partido Justicia, alcalde de Salt Lake City entre 2000 y 2008 como independiente, defiende un programa socialdemócrata clásico, ecologista y que promueve una sanidad universal y asequible, el cierre de la mayoría de las bases militares en el extranjero o el procesamiento judicial de los responsables de la actual crisis económica.
El debate de los invisibilizados
Hace dos semanas tuvo lugar el primer debate electoral entre los candidatos alternativos, más allá de Obama y Romney, en el que se trataron algunos temas que se omiten en los debates entre los dos principales aspirantes a la Presidencia norteamericana.
Durante el debate, Johnson expresó que “independientemente de quien gane, Obama o Romney, van a suceder tres cosas: Nos enfrentaremos a un estado policial, seguiremos interviniendo militarmente en las otras naciones del mundo y esto resultará en cientos de millones de enemigos adicionales para este país, algo que se puede evitar”.
Entre tanto, Stein manifestó que “los pocos ricos que hay se hacen más ricos que nunca y la clase política no solo no mejora la situación, sino que la empeora mucho imponiendo medidas de austeridad a la gente corriente, mientras continúan desperdiciando miles de millones de dólares en guerras por petróleo que no necesitamos”.
Los otros dos aspirantes, Anderson y Goode, también fueron sumamente críticos con la política exterior del Gobierno actual y destacaron lo mucho que se parecen las propuestas de los demócratas y los republicanos.
Un estudio reciente, realizado por la encuestadora Gallup, reveló que el 50 por ciento de los votantes se siente identificado con las propuestas demócratas o republicanas, mientras que el otro 50 por ciento no participa en los comicios o simplemente da su voto al candidato visible con el que más empatizan, aunque no estén convencidos.
La enviada especial de teleSUR a la nación norteamericana, Aissa García, indicó que la contienda por la Casa Blanca, la más costosa de la historia con un total de dos mil millones de dólares, está tan reñida que podría demorarse el anuncio del ganador.
Agregó que según lo estimado, los resultados se darán a conocer entre las 19H00 y las 20H00 de Washington (23H00 GMT y 00H00 GMT).
El sistema de votación en EE.UU.
En Estados Unidos lo votantes no eligen directamente a su Presidente, sufragan por un representante en cada uno de los 50 estados de la nación. Estos representantes, se constituyen en delegados que conforman el Colegio Electoral de cada región.
El número de Colegios Electorales en los estados depende de la cantidad de la población. Por ejemplo, Texas (sur) tiene tiene 35 y Montana sólo tres (norte). De ahí, el carácter estratégico de ciertos estados para una victoria electoral.
Una vez elegidos los delegados, se reúnen en una asamblea en la que participan 538 Colegios Electorales, integrados por 100 senadores 435 representantes y tres delegados de Washington.
Así, en cada estado el candidato que obtenga mayoría absoluta de votos se convierte en ganador y se adjudica los votos del resto de los candidatos del estado.
La Presidencia de Estados Unidos quien sume 270 votos por estados y por partidos. En caso de empate, corresponde a la Cámara de Representantes la elección del mandatario.