El joven de 20 años mató ayer a 27 personas, incluida su madre
Newtown (EE.UU.), (EFE).- Un joven «callado y tímido», muy inteligente pero también «muy antisocial» y que prefería quedarse solo en casa, así es como han definido sus conocidos a Adam Lanza, el autor de la matanza en una escuela de Newtown (Connecticut), en la que murieron un total de 28 personas, entre ellas 20 niños.
«Sé que ella tenía dos hijos, uno muy exitoso que vive fuera y otro que básicamente siempre se quedaba en casa, muy antisocial», explicó hoy a Efe Dan Holmes, amigo desde hace años de la madre de Lanza, Nancy, a quien conoció en un bar de esta pequeña localidad y para quien trabajó en varias ocasiones arreglando su jardín.
Holmes, de 44 años, recuerda cómo quedó sorprendido cuando Nancy, profesora de la escuela donde ocurrió la tragedia, le contó hace tiempo que se iba a ir de vacaciones a Nueva Orleans (Luisiana) con su hijo mayor, Ryan, pero no con Adam, quien «prefería quedarse solo en casa».
«Al parecer era un chico muy inteligente, creo que incluso terminó el instituto más pronto de lo normal», relató Holmes, quien asegura que nunca vio por Newtown al padre del joven, Peter, un contable casado de segundas nupcias el año pasado y que se mudó a Stamford (Connecticut), a unos 60 kilómetros.
A pesar de que Nancy «era muy reservada y no solía hablar de sus hijos», en el bar donde se reunía con sus amigos, «My place pizza», dijo en una ocasión que estaba «cada vez más preocupada» por la situación de su hijo menor, según relató también a Efe otra amiga de la madre, Victoria Muñoz.
«Ahora entiendo que (Adam) tenía síndrome de Asperger (una variante del autismo), me puedo imaginar lo difícil que debió de ser para ella controlarle», añadió Muñoz, de origen colombiano.
El joven de 20 años mató el viernes a su madre en casa y después se dirigió en coche hasta el colegio Sandy Hook, donde, ataviado con ropa de combate y armado con dos pistolas y un rifle, asesinó a 20 niños y otros 6 adultos antes de quitarse su propia vida en el que supone uno de los peores tiroteos en un colegio en la historia de EE.UU.
«Era muy callado, tímido y reservado, no tenía demasiados amigos en el autobús, pero era educado», dijo también a Efe Marsha Moskowitc, de 56 años, quien trabajó durante más de una década como conductora del vehículo que llevaba a los niños de Newtown a la escuela primaria de Sandy Hook.
Una excompañera de Lanza, Olivia DeVivo, dijo al diario New York Times que se podía ver que el joven «se sentía muy incómodo cuando se fijaban en él». «Creo que puede que no se le diera la atención o ayuda que necesitaba. Puede que pasara tan desapercibido que la gente no se parase a pensar que puede que estuviera ocurriendo algo más con él, que puede que necesitara hablar o recibir algún tipo de ayuda mental», explicó DeVivo.
Según ese diario, Adam Lanza vivió una «adolescencia turbulenta», puesto que su hermano mayor se fue de casa en 2006 para ir a la universidad de Quinnipiac, una época en la que sus padres estaban atravesando unas dificultades que les llevaron al divorcio en 2008, tras 17 años casados.
«Adam Lanza ha sido un chico raro desde que tenía 5 años», dijo uno de sus excompañeros de colegio, Tim Dalton, en su perfil de Twitter, según publica el diario neoyorquino Daily News. «Pese a lo horrible que fue esto, no puedo decir que esté sorprendido», añadió.