WASHINGTON.- El presidente Barack Obama advirtió «consecuencias catastróficas» para la economía global si el Congreso de los Estados Unidos no eleva a tiempo el techo de la deuda, y aseguró que no hará concesiones en esa batalla.
En su mensaje radiofónico semanal, Obama se refirió al gran reto que encara el Congreso estadounidense una vez sorteado el «precipicio fiscal»: el del límite de la deuda autorizada por el Congreso, que se encontraba en 16,39 billones de dólares y que ya se superó el lunes pasado.
El Congreso tiene ahora alrededor de dos meses para aumentar de nuevo el umbral y evitar que el país se declare en suspensión de pagos, y los republicanos buscan condicionar cualquier acuerdo a nuevos recortes en el gasto público, algo que la Casa Blanca rechaza.
«Algo en lo que yo no estoy dispuesto a hacer concesiones es en si el Congreso debe pagar o no lo adeudado en una cuenta que ellos mismos han acumulado», señaló Obama.
«Si el Congreso se niega a otorgarle a Estados Unidos la capacidad de pagar sus cuentas a tiempo, las consecuencias para toda la economía global podrían ser catastróficas», advirtió.
El mandatario recordó que «la última vez que el Congreso amenazó con tomar esa línea de conducta», durante las negociaciones de mediados de 2011, «toda nuestra economía sufrió por ello».
«Nuestras familias y nuestros negocios no pueden hacerle frente nuevamente a ese juego tan peligroso», añadió. «Nuestra economía no puede hacerles frente durante ese proceso a más enfrentamientos prolongados ni a crisis fabricadas», subrayó.
La Casa Blanca busca formas de evitar que se repitan los enconados debates en el legislativo del verano de 2011, que condujeron a la pérdida de la triple A en la calificación de la deuda estadounidense por primera vez en la historia.
Esa disputa se resolvió finalmente con una nueva subida del endeudamiento, aunque el Congreso postergó la solución más amplia al problema de la deuda y del déficit fiscal hasta después de la elección presidencial de noviembre de 2012.
Obama ha procurado separar las disputas en torno al presupuesto deficitario de EEUU y las que rodean al techo del endeudamiento nacional, pero los republicanos insisten en vincularlas, señalando que no se resolverá la deuda si no se ajusta el presupuesto.
La deuda nacional de EEUU es ahora mayor que el producto interior bruto del país.