Amplios sectores comunitarios y políticos se oponen a la medida debido a sus efectos negativos
NUEVA YORK._ La Junta Central Electoral (JCE) comenzó desde este martes 15 de enero a cancelar masivamente a todos sus empleados en las oficinas del exterior conocidas como OPREE, mientras que los servicios que se ofrecían a los dominicanos en ultramar fueron suspendidos desde el lunes en la mañana.
Un total de 70 empleados de la JCE en el noreste de Estados Unidos ya fueron notificados sobre su cesantía en las funciones, a través de cartas enviadas por el tribunal electoral desde la República Dominicana
Los trabajadores, la mayoría con visas oficiales gestionadas a través del Ministerio de Relaciones Exteriores (Cancillería), no sólo quedarán en un limbo de estadía en los Estados Unidos, sino también sin horizonte económico, debido a que con los sueldos que devengaban del organismo mantenían a sus familiares en República Dominicana.
El alegato del pleno de la JCE, que anunció la medida en diciembre del 2012, es que se vio obligada a cerrar sus cubículos en el exterior por los cortes en su presupuesto hechos por el gobierno del presidente Danilo Medina, en el Presupuesto General del Estado del 2013.
Hasta ahora, y aunque amplios sectores comunitarios se han estado pronunciando contra el cierre de las OPREE, el Gobierno no ha dado ninguna respuesta respecto a la situación.
Los críticos de la decisión también acusan a los siete diputados dominicanos en ultramar de no haber hecho nada para tratar de evitar el cierre de las oficinas y además achacan a los dirigentes de los partidos políticos de no pronunciarse al respecto.
Sin la OPREE millares de criollos quedarán sin recibir los servicios que les suministraba el tribunal electoral que controla las oficialías civiles y desde cuyas oficinas en el extranjero proveía cédulas de identidad electoral, actas de matrimonios, divorcios, defunciones y otros documentos imprescindibles para diligencias institucionales.
La medida obligará a los dominicanos residentes en Nueva York viajar a República Dominicana para obtener esos documentos o encargar a familiares radicados en ese país de diligenciarlos con el costo económico que ello representa.
En cuanto a los dominicanos y dominicanas indocumentados, la situación se les hará mucho más difícil porque no podrán desplazarse a su país en caso de que se les exija presencia física para la adquisición de cualquiera de los documentos emitidos por la JCE.
Se averiguó que la mayoría de los empleados cancelados por la JCE en el exterior, reportaban sus impuestos como trabajadores independientes (self employment), por lo que no tienen derecho a recibir beneficios del estado como desempleados, lo que complica aún más su situación financiera.
La oficina de la OPREE en Nueva York que opera en la sede del Consulado General, fue inaugurada por el presidente de la JCE, Roberto Rosario el primero de abril del 2010.
Diario Libre