Todavía quedan 146 secuestrados en manos de los fundamentalistas islámicos que tienen tomada una planta gasífera en Argelia. Reclaman que cese la intervención militar en Malí y que Argelia frene su ayuda a Francia y el ejército de ese país.
La planta es de la estatal Sonatrach, British Petroleum y Statoil (Foto:Archivo).
45 de los 191 trabajadores secuestrados en una plan gasífera en Argelia huyeron este jueves de sus captores, un grupo islámico de Malí que reinvidica a Al Qaeda, según informa la agencia oficial de noticias.
Estos trabajadores escaparon de la planta gasífera (ubicada 1600 a kilómetros al surueste de Argel) que el grupo armado tiene tomada en respuesta a la colaboración de Argelia con Francia y Mali en el conflicto que se desarrolla en ese país.
En tanto, que el ejército argelino bombardeaba este jueves la planta gasífera de la estatal argelina Sonatrach, British Petroleum y Statoil, donde los retenidos tendrían cinturones explosivos adheridos a sus cuerpos.
El ejército argelino bombardea la planta de gas donde están los secuestrados (fuente islamista)
En tanto que los medios galos también pudieron contactar a dos de los retenidos , quienes afirmaron que estaban “fuertemente armados”, y que llevaban los supuestos cinturones explosivos.
Por otro lado, el grupo armado exigió a través de un comunicado en Al Jazeera que el ejército argelino se retire de las afueras de la planta para negociar sobre el futuro de los rehenes.
Pedido que fue apoyado por tres de los 41 rehenes extranjeros (entre los que hay estadounidenses, franceses, británicos y japonenes) para evitar “más pérdidas humanas, según uno de ellos identificado como Dick, quien se comunicó telefónicamente con Al Jazeera.
Una de las demandas de los rebeldes es el fin de la ofensiva francesa a Mali y de la colaboración de Argelia con ese país y Francia, que intervino en el conflicto la semana pasada para evitar que los insurgentes avanzaran hacia el centro y sur del país (ya controlan el norte).
De esta manera protestan contra Argelia después de que cerrara sus frontera con Mali y prestara sus pistas de aterrizaje a los aviones galos.
Este conflicto, por otro lado, comenzó cuando un grupo de rebeldes tomaron el norte de Malí después de volver de la invasión a Libia con el fin de independizar esta porción del país.
Sin embargo, estos fueron desplazados y eliminados por fundamentalistas islámicos, entre los que se encontraría Al Qaeda.
Debido al avance islamita es que el Ejército intentó realizar un golpe de Estado para derrocar al entonces presidente Amadou Toumani Touré por la escasa ayuda prestada por su gobierno para contrarrestarlos, según los militares.
Además, ante la imposibilidad de que el Ejército los derrote militarmente, Francia acordó colaborar con el gobierno de Mali para evitar que los islámicos continúen controlando la región, auxilio que se intensificó en la última semana a raíz de la ofensiva de los fundamentalistas hacia el centro y sur del país.
La acción es respaldada por parte de los países africanos, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (que la apoya pero no ordenó intervenir) y la Unión Europea, quien comunicó que acelerará la misión destinada a formar a los militares de Mali por la agudización del conflicto.
Francia, por su lado, sostiene que entró directamente en el conflicto para «mantener el equilibrio» en África Occidental, que «se vendría abajo» en caso de que los rebeldes se hicieran con el control de Mali.
En tanto que los rebeldes amenazaron con tomar represalias contra Francia, situación que llevó a que los galos desalojaran a seis mil de sus compatriotas que viven en el país y establecieran la alerta roja en suelo francés ante la posibilidad de un atentado.
Se estima que el conflicto en Mali ha dejado un saldo de 260 mil refugiados y un total de 200 mil desplazados. Además, las cifras sostienen que en la nación africana hay tres millones de personas que están en riesgo de morir de hambre.
Además, Mali es considerado un país estratégico en África Occidental por tener importantes yacimientos de oro y uranio, fundamental para generar energía nuclear, entro otros usos.