En el malecón de Santo Domingo se esconden miles de historias. (Edward Roustand)
Muchos visitan el malecón de Santo Domingo en busca de recreación, pero el esplendor del lugar se ve manchado por vagos, indigentes y trabajadores sexuales.El Malecón de Santo Domingo es muy conocido y visitado por sus plazas, restaurantes, hoteles, centros de diversión y recreación, que hacen del lugar una ideal opción para visitar. Pero no todo es “color de rosa”, pues en la zona se observan vagos acostados en los bancos sin importar la hora.
Además, los vendedores ambulantes se colocan en algunas aceras para ofertar sus productos, lo cual obstaculiza el paso de los peatones.
Según explicaron visitantes frecuentes, el malecón no cuenta con la debida seguridad en el día y en algunas zonas la vigilancia es nula, situación que beneficia a los delincuentes.
En otro orden, la Plaza Montesinos es el lugar perfecto que algunos utilizan para vender, y no precisamente productos, sino más bien sus cuerpos. Allí, mujeres, hombres y hasta niños ofrecen servicios sexuales a cambio de dinero.
Dicha plaza es frecuentada, tanto por turistas, como por dominicanos que buscan placeres sexuales, como es el caso del exnuncio apostólico, Jósef Wesolowski, “Jusepe”, como era conocido. El religioso supuestamente frecuentaba este lugar para contratar los servicios sexuales de menores de edad.
En horas de la tarde se observa a jóvenes y adultos bañándose en la playa, haciendo ejercicio y recreándose. Pero entrada la noche comienzan a llegar niños con edad de entre 11 y 18 años, que se pasean por toda la zona en busca de clientes, explicaron testigos.
Agregaron que las prostitutas aprovechan las cuevas y zonas oscuras del malecón para realizar diversos actos sexuales sin ser vistas.
“Aquí hace falta protección, tanto para el ciudadano, como para los extranjeros, porque la ola delincuencial en esta zona es muy grande. El que viene a recrearse y no conoce cómo es esto (refiriéndose a Plaza de Montesinos) puede ser objeto de robos”, explicó Roberto Trejo, visitante recurrente de la zona.
Otro lugar conocido es la llamada “Bolita del Mundo”, donde las faldas cortas, zapatos altos y maquillajes extravagantes no faltan en las servidoras sexuales que se encuentran a todas horas ofreciendo sus servicios al mejor postor.
Los visitantes hicieron un llamado al Ministerio de Turismo, Politur, Policía Nacional y al Ministerio de Cultura para que se unan y hagan un plan de trabajo que elimine las acciones delincuenciales y brinden ayuda a los niños y los indigentes que hay en la zona.
Zonas oscuras son sinónimo de atracos
Personas que visitan con frecuencia el malecón, en horas de la noche, explicaron que se necesita más iluminación en algunas zonas y, con carácter de urgencia, más vigilancia. La oscuridad es aprovechada por malhechores que asaltan a las personas que van en busca de diversión.
Además dijeron que Politur solo se pasea por las zonas y son pocos agentes, por lo que demandaron más atención de las autoridades.
Elcaribe