Vista de las instalaciones del Instituto Nacional del Cáncer, un centro de alta tecnología, cuyas puertas aún no han sido abiertas para ofrecer servicios a la población necesitada.

Mientras la incidencia de cáncer sigue en aumento en el país y los afectados presentan limitaciones de acceso al tratamiento, la población dominicana ve con preocupación que el Instituto Nacional del Cáncer “Rosa Emilia de Tavares”, un moderno centro de atención levantado por el Gobierno, continúa sin abrir sus puertas, pese a tener un año y tres meses de haber sido inaugurado.

Desde entonces, equipos de última generación instalados allí se mantienen en desuso, corriendo el riesgo de dañarse o quedar desfasados ante el avance de la tecnología médica. El nuevo centro fue construido y equipado a un costo estimado de unos 5,000 millones de pesos.

Mientras eso ocurre, el Instituto de Oncología “Dr. Heriberto Pieter”, mantiene una alta demanda de atención, sobre todo de pacientes de escasos recursos que llegan de todas las provincias del país. Diariamente recibe unos 1,800 pacientes, unos para consultas preventivas y diagnósticas, y otros para  tratamientos.

Para poder cubrir la demanda, asegura la presidenta de la Liga Dominicana Contra el Cáncer, Julia Guerra de Oller, cuyo brazo ejecutor es el Instituto de Oncología, se ha puesto en marcha un plan de organización con programación de cirugías y quimioterapias; de manejo de citas y establecimiento de ingresos con el tiempo estricto, para darle un uso más eficiente a las 104 camas con que cuenta el hospital.

Recuerda que cuando se inició la construcción del Instituto Nacional del Cáncer se concibió para que se convirtiera en la nueva estructura que albergaría el Instituto de Oncología Dr. Heriberto Pieter, pero que posteriormente durante el último período de gobierno del presidente Leonel Fernández se emitieron decretos que cambiaron esa realidad.

Dice desconocer las razones que han impedido la apertura de ese nuevo centro, que según tiene entendido dispone de novedosos equipos, y señaló que esa institución cuenta con toda la capacidad necesaria para asumirlo, en caso que así se decida.

“Nosotros contamos con todo, tenemos un personal médico y de enfermería excelente; gran experiencia administrativa; conocimiento de todos los equipos, y somos un hospital docente. La mayoría de los oncólogos de este país se han capacitado aquí, mediante un programa donde tenemos oncólogos médicos, cirugía oncológica, ginecología oncológica”, señala Guerra de Oller, quien tiene 16 años realizando una labor voluntaria en el Oncológico.

No obstante, asegura que el Instituto de Oncología ha estado renovando sus equipos, porque entiende que el paciente merece recibir atención médica con dignidad, en ambientes adecuados y con  la mejor y más avanza tecnología, lo que va en beneficio de su recuperación.

Pospuesta
La apertura del nuevo Instituto Nacional del Cáncer ha sido pospuesta en varias ocasiones por las autoridades sanitarias, y hasta el momento no se ha dado a conocer de manera oficial una fecha para empezar a brindar servicios. Su entrada está custodiada y la seguridad impide el acceso a sus instalaciones.

Actualmente, permanece sin una persona nombrada en la dirección, luego de la renuncia  en octubre pasado de la oncóloga Catalina González Pons, quien había sido nombrada como directora mediante el decreto 133-12, emitido por el entonces presidente Leonel Fernández, en marzo de 2012.

Previo a la renuncia de González Pons, el ministro de Salud Pública, Freddy Hidalgo, había informado que aunque se tenía previsto la apertura para octubre pasado, dificultades en la parte eléctrica y en el sistema de cableado de data habían impedido recibir las instalaciones de parte de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado.

De acuerdo a lo establecido por decreto, el Consejo de Administración está integrado por el Director General del Instituto, que fungirá como Director Ejecutivo; el rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), un representante de la iglesia Católica, un representante de las iglesias evangélicas de la zona, dos profesionales del sector Salud de reconocida solvencia profesional, y un representante del sector empresarial.

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ALTA DEMANDA
En el Instituto de Oncología “Dr. Heriberto Pieter” se registran cada año entre 2,000 y 2,500 casos nuevos de diferentes tipos de cáncer.

En 2012 recibió 2,706 casos, siendo los más frecuentes de mamas, de cuello uterino y de próstata, seguido de otros como de pulmón, colon, gástrico o de estómago. Cada año ofrece atención a alrededor de 327 mil pacientes.

Costos
Para la presidenta de la Liga, el alto costo de los tratamientos y la incapacidad de la mayoría de la población para cubrirlo es lo que más angustia al personal de esa institución que tiene más de 70 años de trabajo en la prevención, detección y tratamiento del cáncer.

Solamente la quimioterapia puede rondar entre los 5,000 y los 300 mil pesos. Además de ofrecer ese servicio al costo, la institución da a los pacientes diferentes apoyos, entre ellos oxígeno para cuando tienen que irse a casa, ataúd y transporte en caso de fallecimientos, bonos alimenticios y pago de pasajes.

Se estima que la mortalidad de los casos diagnosticados de cáncer ronda entre el 20 y el 30% de los pacientes.

La mayor incidencia de cáncer se registra entre los 45 y 70 años de edad, más en mujeres que en hombres, aunque la enfermedad también afecta a niños, jóvenes y adultos.

Liga 
La Liga Dominicana Contra el Cáncer es la institución pionera en el manejo del cáncer en República Dominicana. Fue fundada el 13 de septiembre del año 1942 y obtuvo su incorporación en el año 1947, mediante decreto No. 4134 del Poder Ejecutivo.

Fue creada con el objetivo de prevenir, detectar y tratar el cáncer, función que ejerce a través del Instituto de Oncología “Dr. Heriberto Pieter”, su principal programa.

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