SANTO DOMINGO. La compra por parte del Ministerio de Educación de 8,400 metros cuadrados de terreno en el barrio Capotillo, a un costo de RD$211 millones, que servirán para la construcción de una escuela con capacidad para 800 estudiantes en las esquinas de las calles 16 Norte y calle 6, significa un valor promedio por metro cuadrado de RD$25,199.
La cifra compite con precios de apartamentos y casas, con zonas de la clase alta.
Citando precios de viviendas que aparecieron en la edición de ayer de la sección Plaza Libre de Diario Libre página 10, en el exclusivo sector Naco, un penthouse de 500 metros cuadrados tenía un costo de US$290 mil, a la tasa de RD$42.9 por dólar, esto es costo del metro cuadrado en RD$24,882.
En tanto que en la Urbanización Fernández aparecía otro penthouse de 352 metros cuadrados por RD$8.5 millones, lo que significa un costo promedio del metro cuadrado de RD$24,147.
El Ministerio de Educación expuso que el valor de la inversión se debe a una serie de variables. «Lo primero es que se está sacando a una persona de su entorno, se está comprando un bien que no se tiene en oferta, y se está comprando algo sobre lo que el Ministerio tiene una necesidad. Además, es un hecho que los terrenos en el Distrito Nacional son limitados, y es una realidad que en Capotillo se necesitan espacios para dos centros educativos, del cual se han adquirido los terrenos para el primero», declaró el director general de Comunicaciones del Ministerio de Educación, José Miguel Carrión.
Los RD$25 mil suponen precios muy competitivos en zonas clase media de Arroyo Hondo, donde se pudo constatar la venta de un apartamento de 165 metros cuadrados de construcción por RD$3.5 millones; en el ensanche Ozama, 130 metros cuadrados por RD$3.5 millones; en El Cacique, 250 metros cuadrados por RD$6.3 millones; y en La Castellana, 201.5 metros cuadrados por RD$5.3 millones. Todos, precios de la edición de ayer de Plaza Libre.
El dirigente comunitario de Capotillo, Abel Rojas, valoró el acuerdo alcanzado con las instituciones gubernamentales, y la retribución a los moradores de Capotillo. «Fíjate que los dueños de las casas salieron sin problema. Porque han quedado conformes con el acuerdo que se ha alcanzado. Y nosotros, que fuimos parte del grupo de representantes del barrio también lo estamos», dijo.
Sin embargo, habitantes de Capotillo, como Teófilo Pérez, cuya esposa recibió un total de RD$7 millones en indemnización por dos viviendas, sostiene que no se compensa la inversión. Opinión que contrasta con la de Teresa Uribe, quien consideró la compensación como «algo que no se había hecho en la vida de Capotillo».
Rufino Lora, quien administraba una de las casas que serán demolidas, dijo que el valor de la vivienda bajo su control era de un millón de pesos, y la vendió por tres millones.
El inicio de la demolición de las primeras 54 viviendas resultó en casi un centenar de jóvenes desempleados buscando varillas y todo tipo de metal para venderlo por libra. Los jóvenes destrozaban las columnas de los escombros y las puertas y verjas de las casas aun por abandonar.