WASHINGTON.- El índice de desempleo en Estados Unidos bajó una décima en enero y se ubicó en el 6,6 % de la fuerza laboral, pero la economía añadió apenas unos 113.000 puestos de trabajo, según informó hoy el Gobierno.
«La economía continuó su recuperación en el primer mes de 2014 con 142.000 empleos adicionales en el sector privado», apuntó en una declaración el secretario de Trabajo, Thomas Pérez.
Frente a esto, el empleo público, que incluye los Gobiernos federal, estatales y municipales, ha estado perdiendo puestos de trabajo durante más de cinco años debido a la austeridad fiscal, y en enero tuvo una pérdida neta de 29.000 empleos, según el informe.
«Enero fue el cuadragésimo séptimo mes consecutivo de crecimiento del empleo en el sector privado, con 8,5 millones de puestos de trabajo añadidos en ese período», agregó.
Por su parte, Jason Furman, presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Presidencia, afirmó que en los últimos doce meses el empleo en el sector privado ha crecido a un promedio mensual de
191.000 puestos de trabajo.
Pero la disminución en el índice oficial de desempleo, que en octubre de 2009 había alcanzado una cota máxima del 10 %, no entusiasmó demasiado a los mercados ni a los economistas, que llevan
un par de años preocupándose por la tasa de participación en la fuerza laboral.
La mayoría de los analistas había calculado un incremento de 190.000 empleos en enero.
El Instituto de Política Económica (EPI), un grupo independiente de estudios con sede en Washington, señaló que «en el actual mercado laboral, el índice de desempleo minimiza drásticamente la debilidad de las oportunidades de empleo».
Esto se debe, según el grupo y otros expertos, a la existencia de un gran contingente de «trabajadores desaparecidos», esto es, personas que han abandonado la búsqueda de trabajo en razón de los bajos sueldos, la falta de beneficios como vacaciones y seguro médico, u otras razones.
El informe del Gobierno indicó hoy que la tasa de participación en la fuerza laboral subió de un 62,8 % en diciembre a un 63 % en enero, saliéndose de su nivel más bajo en treinta y cinco años.
La tasa de participación -esto es, la proporción de personas mayores de 16 años que están empleadas o que buscan empleo- ha sido asunto de debate recientemente entre políticos y economistas, al tiempo que millones de personas nacidas entre 1946 y 1964 llegan a la edad de jubilarse y otros grupos abandonan la búsqueda de empleo.
Según el EPI, si se contara ese contingente de personas en edad de trabajar pero que ya no buscan empleo, el índice de desempleo estaría ahora en el 9,9 %.
Para tener un panorama completo de la situación en el mercado laboral de Estados Unidos, cuatro años y medio después de concluida la Gran Recesión, deberían contarse los millones de personas que
tienen un empleo a tiempo parcial, sin beneficios como vacaciones o seguro médico, y desearían tener uno a tiempo completo.
El índice de desempleo se aproxima al nivel del 6,5 % que la Reserva Federal señaló hace dos años como umbral para considerar un aumento de los intereses de referencia, que ha mantenido por debajo del 0,25 % desde diciembre de 2008.
En enero, el sector de la construcción tuvo una ganancia de 48.000 empleos, a pesar de condiciones climáticas extremadamente frías en vastas regiones del país.
El sector fabril, por su lado, añadió 21.000 empleos.