Rodríguez Torres indicó que parte de los grupos violentos han sido entrenados en el exterior del país.
El ministro de Interior, Justicia y Paz de Venezuela, Miguel Rodríguez Torres, mostró armamentos y objetos contundentes incautados que demuestran que las protestas en Venezuela no son pacíficas, sino que han entrado en un fase subversiva que están enmarcadas en un plan golpista de la extrema derecha.
Venezuela «no está siendo sometida a una protesta pacífica estudiantil. Estas protestas son una insurrección y ahora están en una etapa de subversión», declaró el titular de la cartera de Interior, Justicia y Paz cuando en rueda de prensa mostraba las armas incautadas a los grupos supuestamente pacíficos que han generado violencia y muerte en algunos municipios del país.
Aseguró que estas operaciones violentas no son espontáneas, «son elaboradas desde hace años. Son acciones que llevan su tiempo, que tienen entrenamiento».
El ministro indicó que las autoridades están tratando de «desmontar esta violencia por la vía pacífica y hemos avanzado. Quedan focos que los reduciremos y quien se resista rendirá cuentas a la justicia», advirtió.
En el estado Táchira (occidente) encontraron un laboratorio de bombas molotov, además de dos mil 908 morteros con clavos, tachuelas y objetos contundentes para matar funcionarios, según indicó el ministro. “Nuestra misión es darle protección a los venezolanos, que mayoritariamente no están de acuerdo con este tipo de protestas”, añadió.
Rodríguez Torres mostró todos las armas que decomisaron con el objetivo de atentar contra los funcionarios del Estado que mantienen el orden público.
Asimismo, destacó que las marchas en Venezuela se realizan de forma pacífica, sin embargo, al terminar las movilizaciones, se queda un grupo de vándalos ligados al partido de derecha Voluntad Popular adiestrados para enfrentarse a los cuerpos de seguridad.
«Este sector violento, ahora usando elementos extranjeros y delincuentes pagados, van pasando una
conocemos en protestas vecinales», expresó.
El ministro Miguel Rodríguez Torres enfatizó que las barricadas «no son comunes, obedecen a un plan contra el presidente Nicolás Maduro».
«Las guarimbas, las barricadas, el uso de los llamados ‘miguelitos’ son actos criminales, más de uno ha muerto por esto, causan accidentes, son acciones criminales«, aseveró.
Rodríguez Torres consideró que las Policías Municipales deben desmontar las guarimbas, porque de lo contrario «permanecerán por su irresponsabilidad».
Por otra parte, saludó a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y a la Policía Nacional Bolivariana (PNB) por «el trabajo que han hecho, por proteger al resto de la ciudadanía que rechaza la violencia».
El ministro rechazó las lesiones y muertes causadas a las fuerzas del orden público por parte de estos grupos violentos que intentan desestabilizar el país y buscan el derrocamiento del presidente democráticamente electo, Nicolás Maduro.
Casi un centenar de efectivos del orden han resultado con lesiones al intentar mantener el orden y proteger a los ciudadanos de las acciones violentas de la extrema derecha.