La cocina del club privado de Donald Trump en Florida, donde el presidente estadounidense recibió al japonés Shinzo Abe y al chino Xi Jinping, cometía más de una docena de infracciones a la salubridad cuando se le hizo una inspección en enero.
Pescado en estado dudoso y carnes almacenadas a temperaturas más altas de lo requerido son las infracciones más graves halladas por el Departamento de Regulación Comercial y Profesional de Florida (DBPR) tras una inspección el 26 de enero.
Dos semanas después de esa fecha, el presidente japonés Shinzo Abe visitó la apodada “Casa Blanca de invierno”, donde Trump -conocido por su fobia a los gérmenes- ha pasado prácticamente todos los fines de semana desde que asumió la presidencia en enero.
En los informes, reportados primero por el diario local Miami Herald este miércoles, la oficina de regulación señala que el pescado destinado a servirse crudo o semicrudo “no fue sometido a una desparasitación adecuada” y “debe cocinarse totalmente o ser descartado”.
La agencia también halló que comidas “potencialmente peligrosas”, como carnes rojas, pollo, salchichas, pulpo, hamburguesas y camarones, eran almacenadas a temperaturas mayores a 5°C (41°F). El jamón, por ejemplo, estaba a 13,8°C (57°F), de acuerdo a los informes obtenidos por la AFP.
Entre las infracciones menores, calificadas como “básicas”, figura que el lavamanos carecía del cartel que exige a los empleados lavarse las manos y que un empleado no llevaba gorra cuando preparaba comida.
“Estas infracciones fueron parte de una inspección rutinaria y no se basaron en ninguna queja”, dijo en un comunicado Stephen Lawson, portavoz del DBPR. “Las infracciones fueron corregidas en el lugar y el establecimiento se ajustó de inmediato a las normas”.
La gerencia de Mar-a-Lago no respondió a las solicitudes de comentarios.
La semana pasada, el presidente chino Xi Jinping visitó también el lujoso club de veraneo de Trump en la ciudad de West Palm Beach, en la costa atlántica de Florida, donde ambos líderes sostuvieron una “cumbre informal”.
Las autoridades locales ruegan al gobierno federal que reintegre los costos de las frecuentes visitas presidenciales a esta pequeña ciudad playera, cuyo turismo está afectado por el cierre del espacio aéreo y el bloqueo de calles y avenidas por parte de los servicios secretos. AFP