Lula será interrogado en la calidad de reo en uno de los procesos en su contra y en el que será su primer testimonio desde que comenzó a ser investigado por los desvíos en Petrobras.
EFE
RÍO DE JANEIRO. El juez brasileño Sergio Moro, responsable por la investigación del gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera Petrobras y que el miércoles interrogará al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, pidió ayer que los manifestantes no acudan al tribunal y que eviten incidentes.
Tras la decisión del Partido de los Trabajadores (PT) de organizar manifestaciones el miércoles frente al tribunal de la ciudad de Curitiba para manifestar respaldo a Lula, Moro recomendó que quienes apoyan las investigaciones contra la corrupción en Petrobras y se oponen al expresidente se abstengan de organizar protestas en el mismo lugar y fecha para evitar conflictos.
“Todo lo que queremos evitar en esa fecha es una confusión o conflicto y por encima de todo no quiero que nadie se lesione en una eventual discusión o conflicto en esa fecha, por eso mi sugestión es que no venga. No necesita venir. Dejen que la Justicia haga su trabajo con normalidad”, afirmó Moro en un inédito vídeo de un minuto que divulgó en las redes sociales.
El juez, ante versiones según las cuales el exgobernante podría ser detenido en esa fecha, añadió que el interrogatorio previsto para el 10 de mayo en Curitiba “es una oportunidad para que el señor presidente se defienda y un acto normal del proceso. Nada de diferente o anormal va a ocurrir en esa fecha”.
El titular del juzgado federal decimotercero de la ciudad de Curitiba, que se ha hecho famoso por haber mandado a la cárcel a decenas de políticos e importantes empresarios condenados por los desvíos en la petrolera estatal, admitió que su petición es inédita y que pocas veces utiliza las redes sociales para pronunciarse, pero que es necesaria para evitar un conflicto.
“No acostumbro hacer esto, pero voy a hacerlo en esta oportunidad. He escuchado que mucha gente que apoya la Operación Lava Jato (el proceso por las corruptelas en Petrobras) pretende venir a Curitiba a manifestar ese apoyo. Lo que les digo es lo siguiente: ese apoyo siempre es importante pero en esa fecha no es necesario”, aseguró el magistrado.
Lula será interrogado en la calidad de reo en uno de los procesos en su contra y en el que será su primer testimonio desde que comenzó a ser investigado por los desvíos en Petrobras.
El expresidente, contra el que han sido abiertos cinco procesos por corrupción, es objeto de otras seis investigaciones por supuestos delitos que le atribuyeron los ejecutivos de Odebrecht que aceptaron colaborar con las investigaciones sobre las corruptelas de la constructora a cambio de reducciones en sus futuras condenas.
El ex jefe de Estado ha dicho que, tras varios años recibiendo acusaciones sin poder defenderse, aprovechará la cita del miércoles
en Curitiba para finalmente dar su versión.
La posibilidad de conflictos entre manifestantes a favor y en contra de Lula ya obligaron a Moro a aplazar el interrogatorio del
expresidente, que inicialmente estaba previsto para el 3 de mayo, ante la petición de la Policía de que necesitaría de más tiempo para organizar una operación para garantizar la seguridad del Foro de Justicia de Curitiba.
La Policía informó de que montará un cerco con un radio de 150 metros en torno al tribunal y que tan sólo personas con autorización y periodistas con credencial podrán pasar por los bloqueos.
El Tribunal de Curitiba, igualmente por motivos de seguridad, suspendió las audiencias prevista para el miércoles y recomendó que jueces y funcionarios de otros despachos no vayan a trabajar.
La Policía también definió lugares diferentes y distantes en que podrán concentrarse tanto quienes pretendan manifestar apoyo a Lula como quienes quieran expresar su rechazo al expresidente.
Cientos de militantes del Partido de los Trabajadores han dicho que acudirán a Curitiba para manifestar apoyo a Lula, que en las últimas semanas ha reiterado su intención de disputar las elecciones presidenciales del próximo año.
“Nuestra ida a Curitiba es contra el tratamiento que Lula viene recibiendo como una persona ya condenada. Espero que no osen condenarlo porque el pueblo no va a aceptarlo. Es un escándalo lo que están haciendo. No piensen que eso quedará impune. No somos nosotros. Es el pueblo”, aseguró el ex secretario general de la Presidencia en el Gobierno Lula, Gilberto Carvalho, un importante dirigente del PT y colaborador del expresidente.