Washington.- El Senado de EE.UU. votó ayer en contra de una iniciativa para derogar la ley de salud del expresidente Barack Obama que proponía un margen de actuación de dos años para diseñar una alternativa.
Una iniciativa similar había sido respaldada por el Congreso en 2015, cuando la vetó el propio Obama.
El proyecto legislativo, impulsado por el senador libertario Rand Paul, es una de las propuestas presentadas en la Cámara alta para acabar con el conocido como «Obamacare», sin embargo, su impacto no convence a los republicanos más moderados, en cuyos estados la ley de Obama ha tenido un impacto positivo.
Con 45 votos a favor y 55 en contra, el Senado tumbó la segunda de las opciones que barajaban a tal fin, después de que la pasada noche acabaran con el primer proyecto, también por falta de acuerdo entre los conservadores.
Los republicanos que votaron en contra fueron Dean Heller (Nevada), John McCain (Arizona), Susan Collins (Maine), Lisa Murkowski (Alaska), Shelley Moore Capito (Virginia Occidental), Robert Portman (Ohio) y Lamar Alexander (Tennessee).
Además, el texto incluía una enmienda que pretendía alentar a más republicanos, por la que se prohibiría dar fondos federales a clínicas abortivas.
Aunque la Cámara alta cuenta con mayoría republicana, con 52 senadores de ese partido, son más de media docena los que rechazan las alternativas propuestas hasta ahora, especialmente por sus recortes draconianos a las ayudas a la cobertura médica entre los más pobres.
Según los cálculos de la Oficina no partidista de Presupuesto del Congreso (CBO, en inglés), la propuesta rechazada hoy provocaría que 32 millones de personas perdieran su seguro médico en menos de diez años y un incremento de los costes de un 20%.
Ante la falta de entendimiento, se espera que los republicanos lleven al Senado una derogación reducida de Obamacare conocida como «skinny bill» o «ley flaca», en la que solo sometan a votación enmiendas en los pocos aspectos en los que hallen consenso.
Estas votaciones llegan después de que la Cámara alta aprobara este martes por la mínima iniciar un nuevo procedimiento legislativo para mantener vivo el debate sobre el futuro de la ley sanitaria.
El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, en calidad de presidente del Senado, tuvo que deshacer el empate a 50 votos entre demócratas y republicanos para comenzar el debate legislativo, un procedimiento que normalmente no conlleva ningún tipo de discusión.
Dos senadoras republicanas, Susan Collins y Lisa Murkowski, se unieron a los 48 demócratas para votar contra la propuesta.
«Aplaudo al Senado por dar un paso gigante para poner fin a la pesadilla de Obamacare. Como muestra este voto, la inacción no es una opción», dijo en un comunicado Trump tras esa primera votación.