A sólo días para que concluye la contienda electoral a nivel municipal permite ver lo mal que anda el partidarismo.

En la contienda electoral a nivel municipal que casi llega a su fin, queda el sabor amargo de que este proceso también permite medir el desorden, el individualismo y el monetarismo, la envidia y el egoismo  que caracteriza hoy a la sociedad dominicana.

No hay diferencias entre los que están y los que buscan sustituirlos, cuyo panorama se constituye en un elemento de terror por la conducta exhibida por los actores de la clase política dominicana.

Cualquiera coge miedo ante la forma en que el dominicano ha sido transformado a un individuo que sólo persigue y se mueve en función de lo que le beneficia de manera particular, ya ni siquiera a nivel grupal y mucho menos en lo que se refiere a lo colectivo.

Es una sociedad que muere ante la desaparición de los valores éticos, morales y democráticos, cuyo fenómeno impacta a viejos, jóvenes y a toda una mayoría sumergida en  el mundo del dinero y de lo mal hecho.

Resulta chocante que los que dicen buscar cambiar positivamente la sociedad dominicana engañen hasta a sus propios aliados, ya que en este proceso de inscripción de los candidatos a alcaldes, directores, regidores y suplentes los perremeístas han hecho de todo, incluida la falsificación de documentos para despojar a los lucha por su misma causa.

Esta situación se puede ver en municipios como San José de las Matas, donde los perremeístas hicieron tanta resistencia en contra de sus aliados que el partido Alianza por la Democracia (APD) no pudo registrar un candidato a regidor  que tenía en esa demarcación porque el principal partido de la oposición no entregó adrede la documentación correspondiente.

Esta situación ha provocado que en Sajoma sólo compitan en este momento  seis candidatos a regidores por el PRM y aliados cuando la Sala Capitular tiene siete, todo como resultado de la bellaquería de los perredemístas, en cuyo mal comportamiento tiene una cuota de responsabilidad Orlando Jorge Mera, quien todo el mundo sabe que su conducta se fundamenta en la irresponsabilidad.

El cuadro que se ve a lo interno del PRM no difiere en lo fundamental con las demás organizaciones políticas, como el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el cual no sólo ve la política de la misma forma que el principal de la oposición, sino que pone en practica la falta de escrúpulo en la administración pública como parece que actuará también su contrincante.

La conducta del PRM no ha sido sólo en el municipio anteriormente mencionado, sino en una serie de demarcaciones de todo el territorio nacional, donde ha enviado un mensaje claro de cuál sería su proceder de llegar a tener el control del Estado.

Esta realidad provoca que la gente no tenga la seguridad de qué es mejor, pero naturalmente la balanza se inclina en favor del PRM porque el mal comportamiento de los peledeístas se hace prácticamente insoportable.