NUEVA YORK.- El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, reiteró este miércoles, ahora en forma vehemente, la necesidad de que la comunidad internacional “asuma de una vez y por todas” el tema haitiano “como uno de altísima prioridad y de permanente seguimiento.”
En un discurso de 13 minutos ante la Asamblea Nacional de la Organización de Naciones Unidas (ONU), advirtió que “el problema de Haití ya no está en Haití” sino en manos de la comunidad internacional, razón por la cual el Gobierno Dominicano respalda firmemente la postura responsable del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, expresada el martes ante la Asamblea de la ONU.
“El Consejo de Seguridad tiene que autorizar de forma urgente la misión de seguridad respaldada por la ONU”, enfatizó.
Abinader dio que lo que ocurre en Haití es una ruptura del orden público por parte de elementos criminales sin ninguna reivindicación política o ideológica, por lo que “acoger la solicitud de ayuda de las autoridades haitianas enviando una fuerza multinacional, es cónsono con el espíritu y la letra de la Carta de Naciones Unidas y del mandato de esta Organización, acorde con el derecho internacional para garantizar la paz”.
PACTO SOCIAL Y POLÍTICO
Destacó que el proceso de pacificación en Haití debe asumirse junto a un pacto social y político, por lo cual es encomiable la “noble gestión” que viene desarrollando un grupo de personas eminentes de CARICOM para lograr un acuerdo político que permita la mayor legitimad posible para la aceptación de una fuerza multinacional y la celebración de elecciones justas, libres y transparentes.
CASO DEL CANAL DE RIEGO
Abinader aprovechó el escenario de la Asamblea de la ONU para referirse en forma detallada a la intención de lo que definió como “un pequeño grupo de particulares haitianos” de construir un canal de trasvase ilegal en territorio haitiano para extraer agua del río Dajabón, en violación -según dijo- de tratados fronterizos entre los dos países.
“La comunidad internacional debe conocer que el río Dajabón nace en Loma de Cabrera, y la mayor parte de sus 55 Km recorren nuestro territorio hasta desembocar en la Bahía de Manzanillo, en Montecristi”, expuso. Agregó que sólo 2 Km entran en territorio haitiano y en ese pequeño tramo del lado de Haití es donde están haciendo el canal.
Agregó que la información de que dispone la República Dominicana indica que es una maniobra de control del agua por parte de una reducida elite económico-política para lucrarse con su venta a pequeños productores de la zona.
Abinader sostuvo que la idea de ese proyecto nunca fue comunicada oficialmente al gobierno dominicano, ni se suministró documentación sobre su envergadura, impacto ambiental ni la identidad de sus beneficiarios finales.
PONE A PELIGRAR ZONAS
Resaltó que a pesar de la exigua información disponible, los análisis que desde la parte dominicana ha sido realizados demuestran que la obra pone en riesgo el acceso al agua de centenares de familias agricultoras dominicanas y haitianas, aguas abajo de donde se construye el canal.
Además, dijo, pone en peligro de inundación tanto al parque industrial CODEVI, 300 metros aguas abajo del canal, y a sus 19 mil trabajadores haitianos, como también a una parte de los habitantes de las ciudades fronterizas de Dajabón y Juana Méndez “y como si fuera poco tendría efectos ecológicos nocivos, afectando la Laguna de Saladillo, uno de los principales humedales de República Dominicana·.
GOBIERNO HAITIANO SE MANTIENE MUDO
Señaló que desde abril de 2021 el Gobierno dominicano ha solicitado a las autoridades haitianas reiteradas veces, detener la construcción unilateral e ilegal de dicha obra, y el propio gobierno haitiano ha señalado que no se trata de una obra gubernamental, pero no la ha detenido producto de la debilidad institucional y la crisis de orden público y seguridad en ese país.
“La situación ya ha derivado en una delicada animosidad a ambos lados de la frontera. Ante este acto ilícito internacional, cometido por particulares en una parte del río que se encuentra en territorio haitiano, el gobierno dominicano se ha visto obligado a tomar medidas contundentes, como el cierre de la frontera con Haití, para garantizar la seguridad y el interés nacional, así como para proteger nuestros ríos, medio ambiente y producción agrícola”, enfatizó.
“No tenemos, ni deseamos ni buscamos una confrontación con el pueblo haitiano, pero sí estamos enfrentando a los actores incontrolables que mantienen la inseguridad en Haití por sus intereses particulares, y que ahora conspiran también contra la estabilidad de su gobierno y la seguridad de los recursos hídricos”, observó.
El Presidente dijo que ya el Consejo de Seguridad ha aprobado tres importantes resoluciones, creando un régimen de sanciones, lo cual es, a su juicio, un esfuerzo para detener el flujo ilícito de armas y un llamado a la creación de una fuerza multinacional para asistir a la policía nacional haitiana como han solicitado el gobierno de ese país y el Secretario General de la ONU.
Abinader aplaudió lo que definió como “importante gesto solidario de Kenia de liderar la fuerza multinacional y el de Jamaica y Bahamas de aportar efectivos”, con el fin mencionado
“Además, urgimos a todos aquellos países que están considerando jugar un rol en este encomiable esfuerzo, a actuar con determinación”, expresó.
INCANSABLE SOLIDARIDAD
Resaltó que República dominicana , durante siglos de convivencia, muchas veces difícil, junto al pueblo haitiano, ha dado muestras evidentes de incansable solidaridad.
“Haití necesita mucho. Quiero reiterar nuestra solidaridad con el pueblo haitiano, pero sin olvidar que nuestra principal responsabilidad es defender los intereses del pueblo dominicano”, puntualizó.