NUEVA YORK. Yvonne Cosbby, una longeva de 76 años, enfadada con el mecánico Garfield Foster, quien iba a remolcar un carro -Cadilladc DeVille- propiedad de un expolicía, aparcado frente a su casa, buscó un revólver Derringer, calibre 22, y disparó dos veces contra el hombre en medio de una discusión, pero erró los tiros.
Según el mecánico, el carro fue dejado en la calle por el oficial de policía retirado que vive en el bloque y él planeaba remolcar por la avenida Edgewood para llevarlo a su taller y hacerle algunas reparaciones.
“Ella me preguntó si era mi carro”, recordó Foster. “Le respondí que sí y me advirtió que iba a ser la primera y última vez que me diría algo”.
La abuela lo amenazó con llamar a la policía, si el carro no era de Foster.
El problema se agravó alrededor de las 5:00 de la tarde, cuando la mujer llamó a la policía con una queja sobre el vehículo estacionado y una amenaza de estallar y “resolver” de otra manera.
Cuando la policía respondió, los oficiales determinaron que el carro estaba estacionado legalmente y los agentes se fueron. El expolicía, dueño del Cadillac, salió para asegurar a los oficiales que era su dueño.
El tiroteo empezó cuando el mecánico se preparó para remolcar el Cadillac y llevarlo fuera del espacio.
La indignada abuela quería matar al mecánico el miércoles, después que el hombre la insultó diciéndole: “Usted es una vieja que debería estar en la iglesia”.
La longeva que usa un andador para caminar, le respondió que la iba a enseñar la iglesia, entró a la casa y regresó con el arma apuntando directamente a Foster.
Al parecer, la puntería de la abuela no es muy estable, aunque apuntó directamente el cañón hacia el mecánico, las balas cogieron otro camino.
La anciana fue detenida por la policía y es acusada en la Corte Criminal de Queens por cargos de intento de asesinato y uso criminal de un arma de fuego con intención de matar. En medio de la instrucción de las acusaciones, la señora comenzó a sentir dolores en el pecho y fue llevada al hospital. Fue ingresada en el Centro Médico Judío de Long Island.
La abuela enfrenta hasta 15 años de prisión si es declarada culpable de una variedad de cargos, incluyendo la posesión de armas y conducta imprudente.
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