Actitudes contrapuestas de Leonel Fernández y sus socios

En cierta ocasión, el hoy acorralado (cercado por los fantasmas que él mismo se ha creado) expresidente Leonel Fernández se presentó ante la justicia para que lo interrogara respecto a actos de corrupción de que se le acusaba.

Hoy en día tiene otra óptica muy diferente.

Ya no se siente valiente para mostrarse inocente, de lo cual se le reputa hasta que un tribunal decida lo contrario.

Sabe que se llenó los bolsillos, él y sus socios corporativos, de los dineros del pueblo.

Donde hay inocencia no hay temor, donde hay un espíritu de justicia no hay que devolver las imputaciones con insultos.

Donde hay voluntad para afrontar la realidad no hay que andar buscando padrinos que denostan, que insultan y que se muestran insensatos en sus juicios.

La justicia cautiva que tenemos debería ser la primera en actuar incluso ante el simple rumor público.

Pero no hay valor, no hay integridad, no hay criterios para hacer lo que se debe en este escandaloso caso, múltiple, de corrupción al más alto nivel y con los bienes más densos de los dominicanos.