Nigua, San Cristóbal.- Rosalinda Yan Pérez, de 18 años de edad, salió de su casa en Nigua, San Cristóbal, el sábado 26 de agosto, y de camino se encontró con su expareja, Julio César Luis García (Ángel), quien la obligó a montar a su motocicleta, a punta de cuchillo.
Rosalinda jamás regresó a casa.
Y desde entonces, Julio, de 30 años, con varios meses separado de Yan Pérez, pasaba todos los días por la casa de la joven preguntando por ella a la familia.
Uno de esos días llegó a exclamar: «Quisiera Dios que aparezca viva», entregando a los parientes de la joven una mochila que había comprado, ya que ella, alegadamente, le había dicho que necesitaba una para ir a la escuela.
Para los hermanos de Yan Pérez, Luis y Yoselín Martínez, la desaparición de la joven los hizo vivir momentos de incertidumbre hasta el pasado jueves cuando recibieron una llamada, próxima a las 11: de la noche, para que se presentaran a una casa que su madre estaba construyendo en Boca Nigua, de la Urbanización Los Melencianos.
A llegar al lugar se encontraron con la sorpresa de que Yan Pérez estaba enterrada en el baño de la casa, con manos y pies atados, la boca llena de fundas plásticas y un trapo color rosa alrededor de su cuello.
Pero la gran sorpresa para Luis y Yoselin fue que en ese sitio se encontraba Julio, acompañado de Francisco Javier Peña(Michel), de 38 años, con agentes de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM), quienes les informaron que los dos eran los responsables de la muerte de su pariente, que además fue violada antes de ser asesinada.
Julio admitió haber dado muerte a su expareja, a quien asfixió, y para cometer el crimen fue ayudado por Michel, que ayudó a amordazarla y luego a enterrarla.
Empero, Michel sostiene que Julio le pidió que fuera a la casa en construcción, donde lo estaba esperando, y al llegar allí lo vio introduciéndole fundas plásticas en la boca a su expareja, reclamándolo una explicación de la razón de eso.
El cadáver fue encontrado cuando un hombre que trabaja en la construcción de la casa retiraba 300 block del área del baño, y tras observar una mano que salía de entre la tierra dio la alerta en el destacamento más cercano.
La familia de Yan Pérez atribuye el crimen a que su pariente no quería seguir su relación con él. Ahora reclaman se aplique todo el peso de la ley en su contra, tal como se está haciendo con el caso de Emely Peguero Polanco, cuyo crimen fue cometido por su novio, Marlon Martínez, en complicidad con su madre, Marlin Martínez.
Yan Pérez fue definida como una joven tranquila que solo iba al liceo Profesor Juan Bosch, donde cursaba el segundo año de bachillerato, según narró su hermana, Yoselin, con quien vivía junto a dos hermanas.
listindiario.com