Nadie, absolutamente nadie, pone en duda los aportes de los dominicanos que viven fuera del país, pero que los mismos sólo han sido medidos en el campo de la economía, pero no en lo social, político y cultural.
Hace mucho tiempo que todo el que les ha dado seguimiento a las remesas de los criollos del exterior ha entendido que éstos son un soporte fundamental para mantener con vida la desacreditada y corrupta democracia dominicana.
Los niveles de pobreza, desigualdad e injusticia social son muy altos en la sociedad dominicana y cuyo amortiguamiento obedece a las remesas que proviene de los dominicanos del exterior, quienes además juegan un papel también importante en el llamado turismo doméstico, ya que visitan regularmente el país para gastar en las instalaciones de la llamada industria sin chimenea.
De manera, que sus aportes son cuantiosos e inmedibles, pero esa gran contribución todavía no se ha medido en términos políticos y sociales, porque ellos también representan la extrapolación de una serie de valores cívicos, éticos y democráticos que son asimilados de una sociedad con muy altos niveles de institucionalidad.
Por esta y una gran diversidad de razones reviste una gran importancia la campaña que acaba de iniciar la Junta Central Electoral, mediante la cual persigue el empadronamiento de los nativos que viven en el exterior, porque esa acción se traduce en la búsqueda del fortalecimiento de la democracia dominicana y procura que el sistema electoral descanse en aquellos que llevan sobre sus hombres la relativa tranquilidad de que goza la sociedad.
Ojalá que al cabo del final de la anunciada campaña se hayan empadronado miles y miles de dominicanos para que en el 2024 haya un voto propositivo y más preocupado por el porvenir de un país que los partidos políticos tradicionales mantienen en un permanente peligro de sucumbir.
Esta campaña, que no pudo tener mejor título que ¨Empadrónate por la patria que llevas dentro, tiene que dejar buenos frutos y debe ser promovida en los restaurantes, los salones de belleza, las barberías, las bodegas y todos los lugares donde se concentran muchos criollos a fin de que la misma llegue hasta los más indiferentes y sordos a los intereses de la patria.
Es importante la importancia del título de la campaña, porque la patria es una categoría superior a país y a nación, dado que la misma implica hasta los recursos naturales, que abarca los ríos, montanas y hasta la comida y otros elementos que identifican la dominicanidad.
Manos a la obra, porque la democracia agoniza y los buenos y sanos dominicanos deben salir en su auxilio a través de un voto consciente y pensado en favor de los hijos y nietos de las familias dominicanas, que tienen el derecho a vivir con dignidad en las tierras que les vio nacer.