Algunos datos de la iglesia, incluido el túnel de la catedral

No está muy claro para qué necesita la catedral Santiago apóstol un túnel que conduce de sus recintos hasta la casa del arzobispo que apenas dista de ella unos cuantos pasos.

¿Será acaso para “competir” con el que le ordenó Balaguer al arzobispo López Rodríguez por un costo astronómico, pese a que tampoco lo necesitaba pues tiene yipeta de lujo con chofer y todas las comodidades que necesite un humilde pastor  como el  cardenal que, desde su grado de mayor general del ejército y desde sus viajes constantes al exterior, pagados  con dineros de nuestros bolsillos, vive predicando la humildad y el desprendimiento?

No está claro que una remodelación catedralicia cueste tanto como más de 380 millones de pesos.

Ni siquiera en la iglesia cree todo el mundo esta cifra, sobre todo cuando faltan tantas escuelas y tantos lugares para educar, que es lo que más se necesita en estos momentos.

Tampoco está claro por qué se cerró de pronto, sin detalles, el escándalo de la anterior remodelación en la que hubo de todo, sin excluir el robo y la chapucería arquitectónica de la que fue responsabilizado el arquitecto Tácito Cordero, secretario del anterior obispo Roque Adames.

No está claro para qué necesita la iglesia tantos edificios en torno a la catedral, comprados por el Estado, léase Leonel Fernández, aunque con dineros nuestros, hasta el grado de tener que organizar una agencia inmobiliaria para manejar tal cantidad de estructuras regaladas como si fuesen caramelos a una institución que no es precisamente ejemplo de transparencia en este momento.

Hay muchas cosas que no están claras en este país.