Internacionales
América Latina enfrenta un horizonte económico inquietante para el 2024
Notice: Undefined variable: post in /home/larepublica/public_html/wp-content/themes/zox-news/amp-single.php on line 116
Notice: Trying to get property 'ID' of non-object in /home/larepublica/public_html/wp-content/themes/zox-news/amp-single.php on line 116
Agencia
En una perspectiva más detallada, el análisis de Oppenheimer señala que el crecimiento de la economía latinoamericana será del 2,3% en el año 2024, un marcado contraste con el 5,6% del sur de Asia o el 4,5% de Asia Pacífico, según cifras del Banco Mundial. Comparativamente, según la CEPAL, la situación es aún más preocupante, pronosticando un crecimiento de apenas un 1,9% para la región, inferior al 2,2% registrado el año pasado. El secretario ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs, resume la perspectiva económica en dos palabras: “Ligeramente peor”.
El panorama no es homogéneo en todos los países de la región. Oppenheimer destaca casos específicos, citando a la CEPAL: “Paraguay crecerá casi un 4%, Uruguay un 3,2% y las economías caribeñas crecerán un 8,3% en su conjunto”. Contrastando con Venezuela que, a pesar de pronosticar un crecimiento del 4%, viene de un periodo prolongado de recesión que reduce la relevancia de tal recuperación.
Asimismo, critica la ausencia de líderes de los países latinoamericanos, como los de México y Brasil, en eventos internacionales clave como la cumbre del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, eventos que él considera “oportunidades de oro para atraer a los inversionistas”. Menciona que “México podría haber aprovechado el foro de Davos” para atraer empresas preocupadas por las tensiones entre Estados Unidos y China. Sin embargo, la oportunidad fue perdida, ya que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no asistió ni envió representación de su gabinete.
Estos factores de autocomplacencia y falta de acción estratégica son resaltados por Andrés Oppenheimer como contribuyentes al clima de estancamiento económico: “no hay que sorprenderse por los sombríos pronósticos para América Latina. Parte del problema es autoinfligido, y pocos países están haciendo algo para remediarlo”.