La mujer vivió durante 20 años en Burgos, específicamente en el barrio del Gamonal, donde murió una de sus dos hijas tras caer «accidentalmente» de un balcón en 1996.
En 2012, después de varios años de la tragedia, Quezada decide iniciar una relación amorosa con un empresario en Burgos, quien era en ese entonces dueño de varias cafeterías y restaurantes, pero todo se fue a la borda.
Según un hijo del empresario veinte años mayor que ella, la mujer logró sustraer grandes cantidades de dinero y joyas valiosas mientras su padre agonizaba por un cáncer, que luego acabó con su vida.
El hijo también agrega que la mujer parecía simpática pero después se percató de que solo le interesaba el dinero. «Convenció a mi padre para que la hiciera beneficiaria de un seguro de vida de 35.000 euros, se llevó todas las joyas que había en casa, sacó dinero de las cuentas corrientes…», cita el hombre para el periódico El Mundo.
Los parientes la denunciaron pero el caso no prosperó. Hasta ahora no saben cuánto dinero robó ya que explican que el empresario manejaba grandes cantidades monetarias.
«Cuando mi padre ya estaba con la metástasis, ella comenzó una relación con otro hombre, que se murió también de cáncer un tiempo después. Tengo entendido que la hermana de éste también la denunció por robarle 16.000 euros después de que él muriera», relata el hijo del fallecido.
La otra hija que tuvo Ana Julia, que tiene en la actualidad 24 años, fue ingresada en un centro médico español tras el impacto que le causó el crimen que habría cometido su madre.
Ana Julia Quezada es acusada del asesinato del niño Gabriel, de 8 años, que era hijo de su actual pareja. A la mujer también se le investiga por la muerte de una de sus hijas, en la decada de 1990, un caso que en principio fue cerrado como una muerte accidental.
listindiario.com