Opinión
Año del despertar
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Por Melvin Mañón
Hay una manera distinta de nombrar los años y hacerlo sin el gobierno. Nombremos el año a posteriori. No antes sino después de que haya transcurrido en cuyo caso cualquier motivo para lamentar o celebrar resulta enteramente válido y legítimo.
El año 2017 en buena ley pudiera ser celebrado por los dominicanos como EL AÑO DEL DESPERTAR cuando cientos de miles de ciudadanos a partir de enero 22 de dicho año empezaron a marchar en protesta pacífica, ejemplar y masiva contra la corrupción y contra la impunidad por casi todas las ciudades del país.
No sabemos que ocurrirá durante el año 2018 aunque si sabemos lo que debería ocurrir y lo que quisiéramos que ocurriera. Lo único cierto que tenemos es que durante el año 2017 y finalmente, los dominicanos empezaron a despertar del letargo en que el ruido, la corrupción, el consumismo y la banalidad lo habían sumido.
Algunos esperaban logros y dramáticas transformaciones como si la Marcha Verde pudiera hacer milagros. Otros pretendieron endilgarle pecados que no ha cometido y muchos trataron de descalificarla, confundirla y atribuirle fines que no fueron contemplados en su creación, especial, pero no únicamente el tema haitiano del cual este y gobiernos anteriores son culpables pero que ahora se esgrime con un falso, alarmista y violento nacionalismo y lo enarbolan precisamente aquellos que nunca salieron a defender esta patria cuando fue agredida e invadida por tropas extranjeras o saqueada y envilecida por corporaciones multinacionales.
Pero no eran justos esos reproche ni reclamos. Lo mas extraordinario ya ha sucedido: empezó el pueblo a despertar. La Marcha Verde ha sido testigo y protagonista ejemplar y lo seguirá siendo pero no lo es todo ni podía serlo.
Ahora falta que, sin desmedro de aquello, seamos capaces de hacer lo demás.