El Ejército Libre Sirio (…) ha comenzado a atacar a todas las estaciones y puestos de seguridad en ciudades y en el campo, para provocar violentos combates (con las autoridades) y llamarlas a rendirse», expresa un comunicado de este grupo ilegal.
La operación se llama «Volcán de Damasco y terremotos de Siria» (Foto: Archivo)
El Ejército Libre Sirio (ELS) anunció este lunes que comenzó el despliegue de una “operación de gran envergadura” denominada “el volcán de Damasco y terremotos de Siria”, mediante la cual pretenden atacar instalaciones públicas, rodear puestos de seguridad, bloquear las rutas de suministro y provocar violentos combates, con la población civil como testigos y víctimas.
A través de un comunicado difundido por la agencia AFP, el comando conjunto de Homs y del consejo militar del ELS indican que su operación comenzó a las 20.00 horales locales del lunes (17.00 GMT), en respuesta a las “masacres” y los “crímenes bárbaros» que quieren atribuirle al Gobierno de Bashar al-Assad.
“El Ejército Libre Sirio (…) ha comenzado a atacar a todas las estaciones y puestos de seguridad en ciudades y en el campo, para provocar violentos combates (con las autoridades) y llamarlas a rendirse», expresa el documento.
El texto también insta a «rodear a todos los puntos de control policiales, militares y de la shabiha (milicias pro régimen) en Siria y a combatirlas violentamente para eliminarlas».
El ELS plantea, además, cortar todas las rutas internacionales y a apoderarse de las rutas de suministro.
La organización armada ilegal aprovechó la ocasión para reiterar sus llamados a la deserción de los efectivos armados, y revelar que está trabajando en la liberación de los presos y detenidos».
Los grupos terroristas consideran «objetivos legítimos» a todos los militares extranjeros en suelo sirio y a los aliados del Gobierno de Al-Assad, como Hezbolá, la milicia chiíta libanesa, Guardia Revolucionaria iraní, milicias iraquíes y facciones palestinas pro Asad.
De esta manera, el ELS destacó que la idea es «llevar a Siria a un estado de completa y total desobediencia civil», haciendo caso omiso a los planes de paz del enviado especial de la ONU para Siria, Kofi Annan, y negándose a dialogar para encontrar una salida negociada y pacífica al conflicto.
El Consejo de Seguridad tiene dos borradores. El primer proyecto, preparado por Rusia, propone ampliar en tres meses el mandato de los observadores en el país árabe y no incluye la amenaza de sanciones.
En tanto, el borrador del Reino Unido limita la estancia de los observadores en Siria a 45 días y establece un plazo de 10 días durante el que Damasco debe comprometerse a cesar la violencia y evacuar sus tropas de las zonas pobladas. En caso contrario, a Siria le esperan sanciones de la ONU.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que su país vetará cualquier resolución que contemple sanciones contra Siria o la amenaza de una interveneción militar extranjera.