KINGSTON, Jamaica. Con sus fusiles en alto, los agentes surcan las aguas en su lancha patrullera con los ojos bien puestos en la escarpada costa y los pobladores pesqueros del sur de Jamaica.
Las confiscaciones de cocaína sudamericana en Jamaica se han duplicado en el último año, y ello ha llevado a las autoridades a incrementar sus medidas de seguridad, enviando más patrullas a lugares que desde hace tiempo no veían tanta presencia de la fuerza pública.
“Todas estas zonas son constantemente monitoreadas en busca de contrabando ilegal. Estamos muy atentos a la situación”, expresó Orville Welsh, el oficial a cargo de la lancha, luego que sus hombres registraran la canoa de un pescador y una aldea de endebles casuchas, en busca de drogas o armamento.
Y no es sólo Jamaica la que ha intensificado su vigilancia. Todo el Caribe parece estar volviendo a ser terreno propicio para los carteles internacionales de droga, y las autoridades reportan un aumento pronunciado en las confiscaciones de cocaína allí, y ponderan maneras de contrarrestar la tendencia.
Aunque por muchos años el Caribe era paraíso para los traficantes, en los años 90 México pasó a ser la ruta preferida ya que los carteles colombianas iban en retirada debido a las intensas medidas de seguridad en Florida. En años recientes, la cocaína confiscada en el Caribe pasó a ser alrededor del 5% del total hallado por las autoridades estadounidenses.
Ahora el tráfico en el Caribe está resurgiendo, posiblemente debido a la violencia en México y Centroamérica. La frecuencia y el tamaño de las incautaciones en el Caribe, especialmente las provenientes de Puerto Rico y República Dominicana han venido aumentando. En la primera mitad del año, las incautaciones de droga del Caribe correspondieron a 14% de la cocaína destinada a Estados Unidos, según el Departamento Estadounidense Antidrogas.
La DEA dice que 87 toneladas (79 toneladas métricas de cocaína fueron incautadas en el Caribe en el 2012, casi el doble del año anterior. Se han confiscado 44 toneladas (40 toneladas métricas) en la primera mitad de este año.
“No creo que se trate de un aumento temporal que durará sólo uno o dos años”, opinó Vito Guarino, agente especial de la DEA a cargo del Caribe.
Fuentes de la DEA y otros expertos declaran que el resurgimiento del narcotráfico en el Caribe es en parte debido a medidas como la Iniciativa de Seguridad Regional Centroamericana, un programa liderado por Estados Unidos y lanzado en enero del 2012, que incrementó la vigilancia en Centroamérica, usualmente el puente para las drogas que vienen de Sudamérica. Al mismo tiempo, se intensificaron las medidas de intercepción en la frontera México-Estados Unidos.
“Siempre que esas dos regiones se ponen difíciles para los traficantes, ellos recurren al Caribe”, expresó Ricardo Martínez, un superintendente policial de Puerto Rico.
Los puertorriqueños temen que aumente la violencia y el consumo de drogas. “La violencia es abrumadora y ha estado aumentando”, dijo un hombre que sólo se identificó como Kike en La Perla, un barrio pobre frente al mar en San Juan. “Los jóvenes que suben en el escalafón de las pandillas se creen James Bond”.
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