La cifra de muertos a causa de los terremotos registrados el lunes en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, ha aumentado a más de 11.100, según los balances publicados hasta la fecha, que incluyen más de 8.500 fallecidos en territorio turco.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado desde la provincia de Kahramanmaras, epicentro de los terremotos, que hasta el momento se han confirmado 8.574 muertos a causa de lo que ha descrito como «un gran desastre».
El mandatario turco ha subrayado durante su visita a la zona afectada por los seísmos que además hay 49.133 heridos, mientras que 6.444 edificios han quedado destruido. «Hemos movilizado todos nuestros medios. El Estado está trabajando junto a las autoridades, con todos sus medios», ha resaltado.
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior turco, ha señalado que «después del primer terremoto se han registrado otros 648, siendo el de mayor magnitud uno de 7,6 con epicentro en Elbistan», antes de confirmar que en las zonas afectadas se encuentran desplegados más de 96.600 agentes, trabajadores de organizaciones no gubernamentales, equipos de búsqueda y rescate y voluntarios. Turquía ha creado además un puente aéreo para el traslado de personal y materiales desde Estambul, Ankara y Esmirna.
COMITE DE GESTIÓN DE CRISIS
En este contexto, el Gobierno ha creado un Centro de Gestión de Crisis en el Ministerio de Defensa para «enfrentar este gran desastre», con el fin de transportar al personal y el equipo de rescate a través de un puente de ayuda aérea.
El mandatario turco declaró el martes el estado de emergencia durante tres meses en las diez provincias afectadas por los terremotos. «Estamos haciendo frente a uno de los mayores desastres no sólo en la historia de la República, sino también de la región y del mundo», manifestó.
Por su parte, el seísmo ha dejado 1.262 muertos y 2.285 heridos en las zonas de Siria controladas por las autoridades, según datos del Ministerio de Sanidad sirio recogidos por la agencia estatal siria de noticias, SANA. Estos datos corresponden a las provincias de Alepo, Hama, Latakia, Tartus y las zonas de Idlib en manos de las fuerzas gubernamentales.
A las cifras gubernamentales sirias hay que sumar más de 1.280 muertos y 2.600 heridos en las zonas controladas por los rebeldes en las provincias de Idlib y Alepo (noroeste), según ha dicho la Defensa Civil de Siria, conocida como ‘cascos blancos’, a través de su cuenta en Twitter, donde insistido en que «se espera que el balance aumente significativamente, ya que cientos de familias permanecen atrapadas bajo los escombros más de 50 horas después del seísmo». Por último, han señalado que más de 360 edificios han quedado completamente destruidos, mientras que más de un millar están «severamente destruidos».