De portada
Aunque la razón sea de justicia, variación de coerción envía mensaje de preocupación.
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Por Elba Gracia
Sin embargo, la preocupación proviene del hecho de que la República Dominicana ha tenido una serie de déficits en el sistema de justicia, los cuales impactan a sus instancias como son la judicatura y el Ministerio Público.
Los precedentes que hay ya en el sistema de justicia incluyen uno, entre otros, que es prácticamente emblemático y se trata del caso Odebrecht, el cual ha sido mucha espuma y poco chocolate y cuyos resultados ha profundizado la falta de credibilidad en los fiscales y los jueces que manejan estos procesos.
Las dudas al respecto obedecen al hecho de tanto el Ministerio Público como la judicatura nacional nunca han estado al margen de la politiquería que tanto daño le ha hecho a la sociedad dominicana, lo cual es una expresión también de la falta de institucionalidad y de la presencia de su hija legítima, como lo es la impunidad.
La cuestión es que la judicatura nacional y el Ministerio Público son dos instancias que se manejan en función de una serie de manipulaciones e interpretaciones jurídicas y políticas que provocan que los casos se queden a nivel mediático y que sus resultados sirvan, más que para fortalecer la democracia, para poner en tela de juicio un ordenamiento jurídico bueno desde el punto de vista teórico, pero malo desde la perspectiva de la ejecución del mandato de las normas.
Amplios sectores de la vida nacional han perdido totalmente la confianza en la justicia, porque las malas y caprichosas interpretaciones de los jueces, que no sólo ocurre en lo penal, sino también en lo civil ordinario, lo inmobiliario y en el derecho laboral, ha socavado el instrumento idóneo para compensar a las víctimas y a la sociedad y castigar el crimen y el delito.
En tal virtud, lo ocurrido con Alexis Medina no estará al margen de la creencia generalizada de la gente de que los cuadros y familiares de los líderes políticos muy difícilmente caen presos o son condenados, dado que siempre habrá jueces que tienen agradecimientos en favor de los que controlan el poder político e incluso por el papel que juegan en el instrumento de elección como lo es el Consejo Nacional de la Magistratura.
Pero sea esa o no la causa de la variación de la medida de coerción en favor de Alexis Medina, hermano del expresidente Danilo Medina, la mayoría de los ciudadanos no lo ve de otra manera y entonces a partir de esa creencia ello lesiona mucha más la democracia.
La realidad es que con todos estos casos el país no puede crearse muchas expectativas de aplicación de la ley como demanda cada proceso, porque siempre estará presente el elemento político partidista que apuesta a que las cosas salgan en función de sus intereses.
Este periódico no apuesta a una prisionalización injusta e irracional, sino que lamentablemente en la sociedad dominicana cuando los casos no terminan con una condena severa, siempre se considera que predominaron los factores que generan la impunidad.