La pobreza en México pasó del 46.1% de la población en 2010 a 45.5% en 2012
MÉXICO, (AP) – La pobreza en México, incluida la extrema, registró una ligera disminución entre 2010 y 2012 en términos porcentuales, aunque las cifras no complacieron ni siquiera al gobierno, que reconoció que los programas sociales no han servido del todo para combatirla de manera efectiva.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el organismo oficial encargado de hacer la medición, señaló que la pobreza en México pasó del 46,1% de la población en 2010 a 45,5% en 2012, mientras que la extrema bajó de 11,3% a 9,8%.
En términos absolutos el número de pobres pasó de 52,8 millones en 2010 a 53,3 millones en 2012. Ese aumento de unas 500.000 personas se explica por un incremento también en la población del país.
En 2010 se estimaban 114,5 millones de habitantes en el país, mientras que en 2012 de 117,3 millones.
El secretario ejecutivo del Consejo, Gonzalo Hernández, dijo en rueda de prensa que en el caso de la pobreza extrema, el número de personas en esa condición bajó de 13 millones en 2010 a 11,5 millones en 2012.
Desde hace algunos años el organismo ajustó la metodología de medición de la pobreza y ahora no sólo considera ingresos sino también el acceso a servicios como educación, salud, seguridad social, vivienda y alimentación.
«La población en pobreza extrema presenta disminución en términos absolutos y porcentuales, esto es una cifra alentadora; sin embargo, la población en pobreza en general representa un incremento», dijo el secretario de Hacienda Luis Videgaray, en referencia al aumento en términos absolutos de 500.000 personas que entraron a ser considerados como pobres.
Los datos muestran que los programas sociales de transferencias condicionadas «han sido más una herramienta de política pública de contención de la pobreza que de combate efectivo hacia la misma», dijo el funcionario en rueda de prensa.
La secretaria de Desarrollo Social y encargada de las políticas de combate a la pobreza, Rosario Robles, también coincidió y dijo que aunque ha habido algunos programas sociales que se pueden considerar exitosos la condición estructural de la pobreza «no se ha transformado».
«Casi la mitad de los mexicanos está en condiciones de pobreza», señaló.
En México los gobiernos han puesto en marcha desde hace años programas de transferencias para contribuir a que la gente en pobreza enfrente ciertos aspectos, como acceso a educación y servicios de salud.
Videgaray dijo que como una medida que apunta a mejorar la situación de las personas, el gobierno planea presentar en las próximas semanas una iniciativa en materia de seguridad social, que entre otras cosas establecerá un seguro de desempleo.
El secretario ejecutivo del Consejo dijo que el incremento en el número absoluto de pobres se explica porque creció la población con bajos ingresos que también tuvo menor acceso a la salud.
Señaló que en el caso de la pobreza extrema su disminución se explica porque tuvieron menos carencias sociales, en parte gracias a la aplicación de programas sociales.
Para Raymundo Tenorio, experto en economía de la universidad privada Tecnológico de Monterrey, las cifras -que calificó de «malas»- son «resultado del mediocre crecimiento económico que hemos tenido y sobre todo de la desigualdad».
La crisis financiera internacional de 2008 afectó particularmente a México, que un año después tuvo una de las peores caídas con un desplome de 6% de su PIB.
En 2010 rebotó y creció 5,5%, para bajar a 3,9% en 2011 y 2012.
En los últimos meses, sin embargo, se ha registrado una desaceleración en el ritmo de su crecimiento económico, lo cual ha llevado a ajustar a la baja los pronósticos para el cierre de 2013 de 3,5% a 3,1%.
Tenorio consideró que la relativa «estabilidad macroeconómica» que se ha tenido en el país en los últimos años no ha servido, sobre todo porque eso no se traduce en una mayor productividad en el país, lo cual se traduciría en más empleos.
Señaló que en México se debería avanzar hacia un modelo de desarrollo industrial con incentivos para generar cadenas de valor, como se ha logrado en la industria automotriz, en la que se ha desarrollado una serie de proveedores grandes y medianos en México que logra generar empleo.