Washington, Estados Unidos.- La aspirante demócrata a la Vicepresidencia de EE.UU.,
Kamala Harris, prometió en una entrevista con Efe que si llega a la Casa Blanca ella y el candidato demócrata, Joe Biden, acabarán con las políticas de
Donald Trump que restringen el derecho al asilo.
«La Administración de Biden y Harris protegerá nuestra frontera, mientras que asegura la dignidad de los migrantes y defiende su derecho legal a buscar asilo, incluido el fin del programa ‘Quédate en México’ y los acuerdos de ‘tercer país seguro’ con las naciones de Centroamérica», dijo Harris en una entrevista por escrito con Efe.
De esa forma, Harris se comprometió a rescindir el programa estadounidense «Quédate en México», denominado oficialmente Protocolos de Protección al Migrante (MPP, en inglés), que ha obligado a decenas de miles de inmigrantes de Centroamérica y otros países a esperar en territorio mexicano la resolución de las peticiones de asilo que han presentada ante EE.UU.
Asimismo, prometió cancelar los Acuerdos de Cooperación de Asilo -basados en el concepto de «tercer país seguro»- que Trump ha firmado con Guatemala, Honduras y El Salvador y que permiten a EE.UU. deportar a los refugiados que llegan a su territorio y no han pedido asilo en el primer país que pisaron al salir de su nación de origen.
Esas políticas han sido duramente criticadas por organizaciones defensoras de los derechos humanos como Human Rights Watch (HRW), que ha pedido a Washington que cumpla con sus obligaciones internacionales y no abandone a los migrantes y refugiados, que en algunos casos han sido secuestrados y extorsionados por grupos criminales.
«UN SISTEMA DE MIGRACIÓN JUSTO Y HUMANO»
Además, Harris aseguró que Biden, que fue vicepresidente del expresidente Barack Obama entre 2009 y 2017, «sabe que la inmigración es una fuente de fortaleza para el país» y, de llegar a la Casa Blanca, «terminará el trabajo de construir un sistema de inmigración justo y humano».
No obstante, Harris dijo que ella y Biden también harán «cumplir» las leyes, pero «sin ir contra las comunidades» latinas y «sin violar su derecho al debido proceso o destrozar las familias».
«A cada paso -arremetió-, Donald Trump ha usado a los inmigrantes como chivo expiatorio y los ha demonizado, separando a los padres de sus hijos, malgastando los recursos de los contribuyentes en soluciones ineficaces e inhumanas, dando la espalda al sueño americano».
Al respecto, la demócrata mencionó los reportes de prensa publicados la semana pasada que revelaron que 545 niños migrantes fueron separados de sus padres y aún no han podido encontrarlos.
«Es una atrocidad», concluyó Harris, una de las dos senadoras por California y que, durante las audiencias en la Cámara Alta, se ha mostrado muy dura con las autoridades que implementaron la separación de familias.
Esa política, bautizada como «tolerancia cero», fue aplicada oficialmente entre abril y junio de 2018, aunque grupos defensores de derechos de los migrantes aseguran que se prorrogó varios meses.
Bajo esa política, el Gobierno de Trump separó a unos 2.500 menores de sus progenitores y comenzó a procesar por la vía criminal a los adultos que llegaban irregularmente al país.