República Dominicana con dos frentes de desestabilización: el coronavirus y las elecciones municipales.

Cuando las autoridades gubernamentales se manejan con la verdad, la transparencia y la eficiencia los resultados necesariamente tienen que ser buenos, cuyo mejor ejemplo es como ha cambiado el país desde la aparición en el día de ayer del primer caso del coronavirus y las horas siguientes.

Tanto es así que en la actualidad se maneja mediáticamente la enfermedad como una patología en la que la República Dominicana parece ser una observadora, pero no una nación impactada por la peligrosa pandemia.

Si las autoridades manejan con deficiencia y politiquería el coronavirus es seguro que la gente pone a correr una ola de rumores que coloca a la República Dominicana a nadar en tantos falsos coronavirus que hoy fuera una víctima de las invenciones.

Sin embargo, es perfectamente notable que el coronavirus por lo menos en el país aparece en los medios por como se comporta la enfermedad  en el extranjero, pero no porque en el territorio nacional tenga la mayor importancia.

El pánico hoy no existe en el país y sólo el mismo podrá reaparecer si la eficiencia del Ministerio de Salud Pública se transforma en deficiencia y las autoridades dejan que los rumores por las redes toman el control de la situación.

La evolución del italiano contagiado que arribó a la República Dominicana continúa en un proceso de mejoría y todo parece indicar que no logró transmitir el virus a las personas que estuvieron en su entorno.

Como han ocurrido las cosas permite advertir que si Salud Pública sigue con la aplicación estricta del protocolo establecido podremos salir a buen camino frente a una enfermedad que ha llenado de pánico a muchas naciones de los diferentes continentes que conforman el globo terráqueo.

El coronavirus no es para descuidarse aunque genere grandes pérdidas económicas en una nación como la dominicana que sus principales ingresos en divisas provienen del turismo, lo cual quiere decir que muchas personas procedentes de diferentes  partes del mundo, algunos de los cuales podrían ser portadores de la enfermedad, buscarían arribar al territorio nacional

El reconocimiento a las autoridades dominicanas tiene ser  franco y abierto, igual como cuando hay que hacer críticas severas en contra de las cosas malas que se producen en la administración pública.

Ahora sólo falta esperar como se maneja esta enfermedad tan letal en un país seriamente marcado por la falta de regulación, fiscalización y con un bajo nivel de institucionalidad, donde las criticas no han valido de mucho para que las autoridades revisen su proceder, pero parece que ahora con el coronavirus  ha sido la excepción.