En declaraciones a la prensa, el ministro de Exteriores venezolano indicó que la delegación del Gobierno tendrá contactos con la misión de Noruega que se encuentra en Venezuela buscando que el Ejecutivo de Maduro y la oposición retomen las conversaciones suspendidas la semana pasada.
“El presidente Nicolás Maduro le puso una pausa, nosotros no nos hemos retirado del proceso de diálogo con la oposición o con las oposiciones políticas venezolanas que ha facilitado el reino de Noruega”, afirmó minutos antes de participar en la jornada de recolección de firmas contra el bloqueo ordenado por Estados Unidos.
Señaló que en este momento el Gobierno se encuentra en una “reflexión necesaria” sobre el proceso de diálogo que se desarrolló hasta hace una semana y cuyo resultado fue, en su opinión, el bloqueo.
“El resultado fue un ataque, el resultado fue seguir apelando a la conspiración, al golpe de Estado, tenemos que estar en un mecanismo que garantice la paz, la convivencia, la coexistencia entre todos los venezolanos y las venezolanas”, apuntó.
Hace una semana, Maduro suspendió el proceso de diálogo con la oposición debido al apoyo que el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países, mostró al bloqueo total de bienes estatales venezolanos en Estados Unidos que fue ordenado por el presidente Donald Trump.
El miércoles, Guaidó informó que una misión de Noruega se encuentra en el país para intentar que el Gobierno y la oposición retomen el diálogo, y según reiteró este día, hasta el momento no se ha pautado una nueva cita para las conversaciones.
Poco se sabe del contenido de las reuniones entre ambos sectores políticos, pero los mismos implicados han dicho que se trabajan seis temas.
El oficialismo insistió en pedir el levantamiento de las sanciones extranjeras impuestas a altos funcionarios del Ejecutivo, mientras que Maduro subrayó que no aceptará “chantajes” y que nadie le “impondrá acuerdos” en este proceso que llegó a comparar con tragar “arena y piedras”.
La oposición cree que cualquier acuerdo debe incluir una convocatoria a nuevas elecciones presidenciales pues las realizadas en 2018, cuando Maduro fue reelegido, están señaladas de fraudulentas y no cuentan con el reconocimiento de buena parte de la comunidad internacional.
Por los resultados de estas elecciones, Guaidó se proclamó en enero pasado como presidente interino y cuenta con el reconocimiento de más de cincuenta países, con Estados Unidos a la cabeza.