«Varias concesiones de infraestructura han sido interrumpidas y deberán ser relanzadas como resultado del escándalo de corrupción de Odebrecht», aseguró Adrián Garza, vicepresidente de la agencia, citado en la nota.
Sao Paulo, (EFE).- La investigación del caso de corrupción de la constructora Odebrecht ha frenado el desarrollo de algunos proyectos importantes de infraestructura y energía en Latinoamérica, desacelerando el crecimiento regional, según un informe publicado hoy por la agencia de calificación de riesgo Moody’s.
Una serie de contratos de concesión de grandes proyectos han sido cancelados en varios países de Latinoamérica, entre ellos Perú, Colombia y Panamá, mientras que existen investigaciones en curso en México, según un comunicado de Moody’s
“Varias concesiones de infraestructura han sido interrumpidas y deberán ser relanzadas como resultado del escándalo de corrupción de Odebrecht”, aseguró Adrián Garza, vicepresidente de la agencia, citado en la nota.
A su juicio, resolver los obstáculos legales y administrativos de estos proyectos posiblemente demorará entre 12 y 24 meses.
De acuerdo con Moody’s, la paralización de proyectos, que van desde gasoductos hasta navegabilidad de ríos, se ha sentido en toda la economía, contribuyendo a las recientes reducciones en las proyecciones de crecimiento de la agencia de calificación en varios de estos países.
Las compañías participantes en estos proyectos, señala Moody’s, enfrentan presiones de flujo de efectivo y los bancos que han concedido créditos tanto a las concesiones como a las empresas involucradas afrontan mayores riesgos de activos.
En este sentido, la agencia destacó que dicha desaceleración limitará el ritmo en el que los países reduzcan la considerable brecha de infraestructura en la región.
Moody’s, sin embargo, cree que la investigación sobre el caso de corrupción de Odebrecht ha arrojado luz e impulsará a toda la región a fortalecer los procesos de licitación y las medidas anticorrupción.
Odebrecht, implicada en varios escándalos de corrupción en América Latina, admitió haber pagado 788 millones de dólares en sobornos a funcionarios del Gobierno en varios países de la región. EFE