Sede de las Naciones Unidas, en Nueva York.
Naciones Unidas, (PL) Con Siria, Palestina, Medio Oriente y las provocaciones contra las religiones como temas cardinales, más de un centenar de gobernantes inician hoy 10 días de debate en la Asamblea General de Naciones Unidas.
El denominado debate general del nuevo año de trabajo del máximo órgano de la ONU comenzará con un discurso de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, seguida por el mandatario estadounidense, Barack Obama.
La lista preliminar de oradores de la sesión de apertura incluye la primera comparecencia ante el organismo mundial del recién estrenado jefe de Estado de República Dominicana, Danilo Medina, quien asumió el poder el mes pasado.
El otro latinoamericano en subir al podio será el hondureño Porfirio Lobo, mientras que en la tarde lo harán la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y sus homólogos de Panamá, Ricardo Martinelli, y El Salvador, Mauricio Funes.
Los pronunciamientos sobre la crisis en Siria tendrán el fresco antecedente de las declaraciones hechas ayer aquí por el enviado especial de la ONU para ese país, Lakhdar Brahimi, poco después de comparecer ante el Consejo de Seguridad.
El diplomático argelino admitió que todavía no tiene un plan determinado para conseguir el cese de la violencia y solucionar el conflicto.
Por el momento todavía no tengo un plan completo, pero sí algunas ideas, dijo al anunciar que regresará a la región para más tarde retornar ante el Consejo de Seguridad con iniciativas para la búsqueda de un arreglo al conflicto, explicó.
Insistió en que la situación en Siria es muy mala y además empeora, amenaza a la región y a la paz y la seguridad en el mundo.
En círculos políticos se asegura que la situación en el Oriente Medio, la larga parálisis de las negociaciones entre Israel y los palestinos y la decisión de Palestina de solicitar la categoría Estado observador en la ONU serán denominador común en los discursos ante la Asamblea General.
Igual sucederá con las recientes acciones registradas en occidente y que levantaron una ola de protestas en el mundo por constituir ofensas al Islam y el profeta Mahoma.
Se trata del filme La inocencia de los musulmanes, realizado en Estados Unidos, y de una serie de caricaturas de Mahoma publicadas por un semanario francés.