Complicidad o mayor eficiencia

La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) ha decomisado alrededor de seis  mil kilos de cocaína en los últimos veinte días, lo que proyecta un nivel de eficiencia en este organismo que no se había visto antes.

Es una información aparentemente muy positiva, pese a que en estos operativos prácticamente no han sido apresadas muchas personas, detalle que no deja de generar suspicacias, pero definitivamente proyecta una buena percepción de las autoridades competentes.

Un elemento a tomar en cuenta es por qué el decomiso de esta droga ocurre después de la entrada del nuevo gobierno de Danilo Medina, en razón de que cualquiera pudiera pensar de que ésto no ocurria durante la gestión de Leonel  Fernández porque tal vez había un alto nivel de complicidad de sus funcionarios con personas del bajo mundo.

Lo cierto es que los altos niveles de corrupción en el gobierno de Leonel Fernández lleva a cualquier ciudadano a pensar lo peor, pero naturalmente sólo se trata de una deducción lógica, porque no existen las pruebas para hacer una afirmación categorica al respecto.

De cualquier manera hay que reconocer que el desempeño de la DNCD  ha sido muy  positivo después de la llegada de la nueva administración peledeísta, lo que necesariamente repercute favorablemente en el  gobierno de Danilo Medina.

Sin embargo, no está demás darle seguimiento al elemento que provoca este comentario, porque las cosas están tan podridas en la República Dominicana que nadie puede poner en duda que altos funcionarios del pasado y del presente gobierno tengan estrechos vínculos con el narcotráfico.

Dos ejemplos que avalan esta afirmación fueron los casos de Quirino y Arturo del Tiempo, quienes actuaron a la sombra de gobiernos peledeístas y perredeístas y ambos hasta terminaron como altos oficiales de la Policía Nacional y de otros cuerpos que supuestamente deben velar por la seguridad nacional y el combate al flagelo de la comercialización de estupefacientes.

El tiempo será el mejor testimonio de lo que ocurre ahora en lo que tiene que ver con el combate del narcotráfico en la República Dominicana, el cual constituye hoy  un monstruo de mil cabezas.