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Deportación haitianos entre mentira y realidad que crea laberinto con extranjeros atrapados en un callejón sin salida.
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El Conflicto por la deportación de haitianos rebasa lo meramente formal para constituirse en un problema que debe verse en el contexto de la geopolítica, la colonización y la dependencia que mantienen los imperios sobre las naciones más débiles y vulnerables.
Por Elba García
La denuncia de la embajada de los Estados Unidos ha implicado una acusación en contra de la República Dominicana de ser un país racista, lo que impacta severamente al principal renglón de la economía nacional, como lo es el turismo.
Sin embargo, hasta el momento no ha habido ninguna aportación de las pruebas al respecto, cuya situación coloca a la embajada norteamericana en una débil credibilidad en contraposición a la imagen que tradicionalmente ha vendido esta sede diplomática y el Gobierno de la potencia del norte, donde los casos se manejan con el cuidado suficiente para no caer en inexactitudes y faltar a la verdad que lesione su integridad.
El problema, que se extendió con una suspensión de que los productos del Central Romana entren por los puertos de esta nación, cuya empresa maneja más del 60 por ciento de la cuota azucarera que la República Dominicana exporta hacia el territorio norteamericano, constituye una especie de golpe bajo a un gobierno amigo.
Además de las exportaciones dominicanas hacia el mercado de los Estados Unidos, otro elemento importante es que allí reside una cantidad de criollos que ya se acerca a los tres millones de personas, los cuales hacen aportes importantes al fisco de esta nación y tienen un cierto nivel de empoderamiento político, quienes cuentan con una cantidad de votos que son decisivos en las elecciones locales, estatales y federales.
Pero ahora con la denuncia sin base de la embajada de los Estados Unidos la denuncia toma fuerza y ya son muchos los que consideran que la tesis tiene una cierta base de sustentación, ya que mientras la potencia del norte deporta sin contemplación a los haitianos pretende impedir que la República Dominicana haga lo mismo.
Naturalmente, por los cambios que se han producido en el mundo las potencias que tienen el control de territorios y gobiernos que no son el suyo, recurren a la represión económica para camuflajear el verdadero motivo de las medidas que se puedan tomar en contra de las economías de las naciones subdesarrolladas y dependientes como la República Dominicana cuando no acatan el mandato del imperio.