Seúl.- La tensión ha vuelto a dispararse después de que Corea del Norte amenazara con infligir «el mayor dolor y sufrimiento» a Estados Unidos por impulsar nuevas sanciones como respuesta al último test nuclear del régimen de Kim Jong-un.
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto celebrar este lunes a petición de Washington una reunión, para analizar un nuevo paquete de sanciones contra Pyongyang, que podrían ser las más duras hasta la fecha e incluirían la limitación de vender petróleo al aislado país asiático.
El pasado 3 de septiembre el Ejército norcoreano llevó a cabo su sexto y más potente ensayo nuclear con una bomba de hidrógeno que desató una fuerte condena de la comunidad internacional y elevó aún más la tensión en la región.
«En caso de que Estados Unidos elabore la resolución ilegal sobre sanciones más duras, la DPRK (siglas en inglés del nombre oficial del país, República Popular Democrática de Corea) se asegurará de que pague el debido precio», señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores norcoreano en un comunicado recogido hoy por la agencia estatal KCNA.
En este sentido, la nota advierte de que Pyongyang está «preparado y dispuesto para emplear cualquiera de sus medios definitivos» y subraya que sus eventuales represalias «causarán a EE.UU. el mayor dolor y sufrimiento que haya sentido a lo largo de toda su historia».
Según el borrador presentado por EE.UU., las nuevas sanciones incluirían la limitación de vender petróleo a Corea del Norte, un recurso energético que llega principalmente desde China, así como las exportaciones de textiles, que en este momento suponen la mayor parte de la ventas al exterior del país tras las sanciones a otros sectores como el minero.
Las medidas, que de aprobarse se trataría del noveno paquete de sanciones impuesto al régimen norcoreano desde 2006, también contemplarían impedir a los ciudadanos norcoreanos que trabajen en otros países, una importante fuentes de ingresos para el régimen.
En este sentido, Corea del Norte dijo hoy que EE.UU. «está tratando de emplear las medidas legítimas defensivas» del régimen Juché como «excusa para estrangular y sofocar completamente» al país.
Pyongyang «ha desarrollado y perfeccionado un arma termonuclear súper poderosa como medio para disuadir los movimientos cada vez más hostiles y la amenaza nuclear de EE.UU.» y para «apaciguar el riesgo de una guerra nuclear que pesa sobre la península de Corea», se justifica en el comunicado.
El Gobierno de la vecina Corea del Sur valoró las amenazas lanzadas hoy por Corea del Norte como «una excusa para justificar provocaciones adicionales antes de que se produzca el voto en Naciones Unidas».
Seúl contempla imponer sanciones unilaterales adicionales sobre Pyongyang una vez se tome la decisión en el Consejo de Seguridad de la ONU, explicó un portavoz del Ministerio surcoreano de Unificación en declaraciones recogidas por la agencia Yonhap.
La propuesta, que se presenta de manera más rápida de lo habitual sin aparentemente haberla consensuado durante semanas como en otras ocasiones, ha introducido sin embargo cambios de última hora para satisfacer a China y Rusia.
En este sentido, se habría establecido una limitación progresiva, en vez de la prohibición total de la venta de crudo.
Moscú, con derecho de veto en las decisiones del Consejo de Seguridad, se pronunció en contra de que se castigue a Corea del Norte con un embargo en la venta de petróleo.
El Gobierno de Vladimir Putin considera que medidas como esa tendrían un impacto especial en la población por lo que prefiere que el enfoque se haga en presiones políticas.
Por su parte, el Gobierno chino expresó hoy que apoyará nuevas medidas contra el régimen de Corea del Norte, aunque no aclaró si secundará las restricciones de venta de petróleo a Pyongyang que ha propuesto EE.UU.
Un portavoz de Exteriores aseguró que China siempre ha cumplido con sus obligaciones internacionales pero quiso dejar clara su oposición a cualquier «sanción unilateral fuera del marco del Consejo de Seguridad», una advertencia que Pekín ha formulado en numerosas ocasiones.